Y qué de la nueva propuesta del Ministro de Agricultura: Colombia Siembra?
En qué condiciones… Siembra Colombia*
Hace
un par de meses el ministro de agricultura anunció que, ante el evidente
fracaso de la política agraria oficial de este y los gobiernos que lo
precedieron, iba a promover la siembra de un millón de hectáreas y a destinar
1.6 billones de pesos para la operación. Dijo, además, que lo que se proponía
tenía como finalidad sustituir importaciones, sobre todo de cereales -maíz
amarillo, soya y cebada y de frijol y lenteja. Que se aplicaría en algunas
frutas para la exportación -aguacate hass, mango, maracuyá, gulupa, granadilla,
banano y piña- y en productos como cacao,
café, azúcar, panela y palma de aceite, y también en la producción de carne de
bovino, trucha y tilapia, todo para exportar.
Para
el desarrollo de la política, según afirmó el ministro, se requieren créditos
por 24 billones de pesos, 200 mil agrónomos, la inscripción de los agricultores
que van a acometer la tarea y saber dónde se va a sembrar, lo que se va a
sembrar. Parte de lo que se hará se hará para reducir en un 50% las
importaciones de alimentos ya que, según
datos del mismo Ministerio de Agricultura, “Colombia
importa 170 millones de dólares mensuales de cereales traídos directamente de
los estados de Indiana y Minnesota (EE.UU.); 45 millones de dólares en frutas y
verduras y otros 40 en aceites y grasas de diferente origen”.*1
Es
conocido por la opinión pública que la importación de productos agrícolas fue de
10,4 millones de toneladas y que los fertilizantes necesarios se importan en
más del 95%. También es sabido que quienes se encargan de la producción en
Colombia, en su amplia mayoría (83%) "nunca
han tenido acceso a maquinaria ni a infraestructura" y que, como
señala el ministro de Agricultura, "Competimos
con sembradoras de alta precisión que van dirigidas por satélite y nosotros
mientras tanto en la época del machete y la guadaña".*1
Con
todo ese conocimiento, sobre la realidad de la agricultura nacional, la pregunta
es si el ministro Irragori -como dice el senador Robledo- pinta pajaritos de
oro para embaucar a los agricultores colombianos. Y la afirmación es válida
pues el ministro sabe que, para garantizar que los agricultores colombianos se
den a la tarea de sembrar cereales y los demás géneros, necesitan mucho más que
afirmar que “los agricultores nacionales
se van a empoderar porque se destinarán 1.6 billones de pesos, 515 millones de
dólares, para invertir en Colombia Siembra”.*1
Si
se quiere que los agricultores colombianos siembren, se debe garantizar precios
de sustentación y garantía de compra, seguros de cosecha y créditos de fomento -a
tasas de interés bien baratas- y, sobre todo, se les debe asegurar que
dispondrán del mercado interno para colocar su producción. En una frase: Asegurarles
que no estarán sometidos al libre comercio y a los Tratados de Libre Comercio,
TLC. Antes de la apertura comercial del gobierno de Cesar Gaviria y Rudolf
Hommes y de los TLC, los productores agropecuarios de Colombia producían los
alimentos necesarios para alimentar a los colombianos. Éramos autosuficientes en
todo. A excepción del trigo -que se entregó a los norteamericanos- éramos
autosuficientes, también en cereales. Los agricultores producían para el
mercado interno, tenían salvaguardas, aranceles, franjas de precios, control
sobre las importaciones, almacenes de depósito y otros mecanismos que de alguna
manera facilitaban, permitían, su presencia en la economía nacional.
La
situación hoy es bien distinta. La agricultura desaparece -paulatinamente- de
la economía nacional. Unas cifras ilustran lo dicho. La agricultura como
porcentaje del PIB representaba en el año 1990 el 17.7%, en 2013, representa el
6.1% del PIB. En el empleo, la agricultura representaba en 1990 el 26%, en 2013
representa el 16.9. Las exportaciones agroalimentarias como porcentaje de las
exportaciones representaban, en 1990 el 37.6% de las exportaciones totales, en
2013 representa -escasamente- el 11.4%. Y, en el balance de las exportaciones agroalimentarias,
como lo expresa la gráfica*2, lo que tenemos es que en 1990 era de 2
mil 400 millones de dólares a favor de Colombia y, en 2013, es de solo 500 de
millones de dólares.
Esos
son los resultados de la política agraria oficial. ¿Podrán los agricultores
apostar, señor ministro, al programa Colombia Siembra? Y, ¿Podrán hacerlo con
la garantía de que no autorizarán importaciones de lo que siembren, a
instancias de Colombia Siembra? O, les sucederá, lo que les sucede hoy, cuando
se autorizan importaciones de maíz con aranceles por debajo de los estipulados
en el mismísimo acuerdo suscrito con los Estados Unidos. Razón tiene FENALCE
cuando afirma que: “Mientras el
Ministerio de Agricultura mantenga su decisión de autorizar la importación de
300.000 toneladas de maíz amarillo, con cero arancel, los cerealeros no le
jalaremos al llamado Plan Colombia Siembra”.*3
¿Los
importadores renunciarán a traer 4,6 millones de toneladas de maíz amarillo? Y,
¿el gobierno de Estados Unidos aceptará que eso suceda? ¿No dispondrá -el
gobierno de los Estados Unidos- de subsidios a fin de sostener sus
exportaciones? ¿Autorizará -el gobierno colombiano- importaciones cuando estén
para recogerse las cosechas? A quien hará caso el gobierno nacional: ¿A los
productores agropecuarios o a los monopolios extranjeros y nacionales que se
lucran importando? ¿A lo que necesiten los productores o lo que acordaron en
los TLC? Los agricultores reclaman garantías Señor Ministro.
*Oscar
Gutiérrez Reyes
Director
Ejecutivo Nacional
Dignidad
Agropecuaria Colombiana
Bogotá,
Diciembre 8 de 2015
*1
Menú Colombiano es Internacional, Portafolio, 1 de octubre de 2015
*2
Revisión de la OCDE de las Políticas Agrícolas: Colombia 2015, Página
Minagricultura
*3
Cerealeros no “le jalan” al plan Colombia Siembra, Portafolio, Noviembre 26 de
2015
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