CRIDEC declara resguardos, parcialidades y asentamientos indígenas Territorios Libres de Transgénicos
Declaración de los Resguardos, Parcialidades y asentamientos indígenas de Caldas, como
Territorios Libres de Transgénicos
Las autoridades indígenas del pueblo Embera
de Caldas representadas en:
Consejo Regional Indígena de Caldas –
CRIDEC
Teniendo
en cuenta que:
1.
El
territorio del Pueblo Embera se
encuentra ubicado en once municipios del Departamento de Caldas, y está
conformado por seis (6) resguardos, ocho (8) parcialidades y tres (3)
asentamientos así
1.
Resguardo Indígena Cañamomo – Lomaprieta
(Riosucio y Supía)
2.
Resguardo Indígena Nuestra Señora de La
Montaña (Riosucio)
3.
Resguardo Indígena San Lorenzo (Riosucio
y Supía)
4.
Resguardo Indígena Escopetera – Pirza
(Riosucio y Quinchía Risaralda)
5.
Resguardo La Albania (San José y
Risaralda)
6.
Resguardo Totumal (Belalcazar)
7.
Parcialidad Ambacheke (Palestina)
8.
Parcialidad Ansea (Anserma)
9.
Parcialidad Cartama (Marmato)
10.
Parcialidad Cauromá (Supía)
11.
Parcialidad Dachi Joma (Anserma)
12.
Parcialidad el Palmar (Filadelfia)
13.
Parcialidad La Soledad (Filadelfia)
14.
Parcialidad la Trina (Supía)
15.
Asentamiento Bacurucar (Viterbo)
16.
Asentamiento Dachi Drua (San José)
17.
Asentamiento Damasco (Neira)
2.
El
territorio que habita el pueblo Embera del
departamento de Caldas, es centro de diversidad de especies agrícolas, las
cuales según el último inventario en el año 2016 registra: más de 60 variedades
de fríjoles, 17 variedades de maíz, 31 variedades de plátano, 43 variedades de
yuca, 120 especies de plantas medicinales, 63 especies de semillas de frutales,
32 especies de plantas forrajeras, 37 especies maderables, 18 especies
artesanales, 43 especies de tubérculos y raíces y 50 especies de hortalizas.
3.
El
pueblo indígena Embera de Caldas
conserva una cultura alimentaria basada en sistemas productivos tradicionales
biodiversos y sostenibles que garantizan la soberanía alimentaria.
4.
El
pueblo indígena Embera de Caldas, tiene sus planes de vida basados en la
recuperación y conservación de su cultura ancestral, sus semillas nativas y
criollas, sus alimentos tradicionales y sus sistemas de producción
agroecológicos.
5.
Las
semillas y los conocimientos ancestrales forman parte esencial de los pueblos y
comunidades indígenas y campesinas y son el resultado del trabajo colectivo y
acumulado de múltiples generaciones, que se ha transmitido de generación en
generación, desde épocas ancestrales, lo que ha permitido la creación y
desarrollo de esa enorme diversidad de semillas de diferentes formas, colores,
sabores y usos.
6.
Nuestras
semillas nativas y criollas al ser el resultado del trabajo de cientos de
generaciones en ecosistemas de condiciones cambiantes, presentan
características únicas de adaptación frente al cambio climático.
7.
Las
semillas y los saberes dentro de los
territorios indígenas son un patrimonio colectivo de los pueblos, según los
Usos y Costumbres; por lo tanto no se puede aplicar sobre ellos ninguna forma
de propiedad intelectual, que permita la privatización de la vida y el control
por parte de actores externos. En razón
de los principios que rigen el derecho mayor de la Ley de origen, de las
políticas organizativas de los Cabildos, fundamentadas en la defensa integral
del territorio como derecho colectivo, y entendiendo que la agricultura y el
alimento son de uso común y de carácter esencial para la pervivencia de los
pueblos y que este derecho colectivos sobre la agrobiodiversidad y conocimiento
tradicional son de carácter inalienable, inembargable e imprescriptible.
8.
La
aprobación para la introducción y siembra de semillas transgénicas,
especialmente de maíz, en Colombia fue aprobada de manera inconsulta de las
comunidades étnicas y campesinas y pone en riesgo la diversidad y soberanía
alimentaria del pueblo indígena Embera de Caldas, situación que nunca fue
consultada con los pueblos indígenas
9.
Se
ha encontrado contaminación de algunos de nuestros maíces con transgénicos en
pruebas realizadas entre el año 2016 y 2017, con el consecuente daño a nuestra diversidad,
economía y a la soberanía, seguridad y autonomía alimentaria de las
comunidades. El maíz es un cultivo fundamental para la cultura de los pueblos
indígenas y campesinos en Colombia, desde épocas ancestrales el maíz se ha
constituido en uno de los de los componentes básicos de la alimentación de las
comunidades rurales y la población en general. Una vez liberadas en un
territorio las semillas transgénicas, es incontrolable e irreversible la
contaminación genética de las semillas criollas y nativas, puesto que los genes
modificados se incorporan al genoma de las variedades no transgénicas. Esta
contaminación alteraría irreparablemente la reserva tradicional de semillas
criollas y nativas de los pueblos indígenas, y con ella, su cultura, sus bienes
y su entorno; puesto que no existen métodos certeros que permitan eliminar los
genes insertados, provenientes de otras especies.
10.
Las plantas y animales modificados genéticamente
(transgénicos), están cuestionados por muchos países del mundo, y especialmente
en los países del Sur como Colombia, que somos centro de origen y de
agrobiodiversidad de los principales cultivos que sustentan nuestras
alimentación; debido a los enormes impactos que pueden generar sobre el
ambiente, la agricultura tradicional, la salud y la soberanía alimentaria de
los pueblos. Pero en general en el mundo
no se han realizado estudios suficientes
y completos que permitan garantizar su seguridad sobre el ambiente y la salud,
y especialmente no se ha evaluado los efectos que tiene la contaminación
genética sobre la agrobiodiversidad y las semillas criollas y nativas que hacen
parte de la cultura de los pueblos indígenas.
11.
Colombia
actualmente está importando más del 85% del maíz y el 95% de la soya para
consumo interno sin los debidos controles, segregación y etiquetado. La
importación masiva de maíz transgénico, ya ha contaminado el sistema
alimentario en todo el país, incluido los alimentos que llegan a los
territorios rurales y comunidades indígenas. En general, las entidades del
Estado en las regiones y los municipios no tienen protocolos para realizar las
pruebas técnicas necesarias para garantizar que las semillas y los alimentos
destinados a programas de fomento agrícola y ayudas alimentarias en los
territorios indígenas no sean transgénicas.
12.
En
muchas partes del mundo donde se cultivan transgénicos, las malezas que
supuestamente eran resistentes al glifosato, se están volviendo susceptibles a
la aplicación de este herbicida, luego de veinte años de utilización del
glifosato asociado a los cultivos resistentes a los herbicidas. Lo que ha
llevado que se requiere utilizar cantidades crecientes de herbicidas y más
tóxicos para controlar estas malezas. A nivel mundial, el uso de glifosato ha
aumentado casi 15 veces desde que se introdujeron en 1996 los cultivos
transgénicos tolerantes al glifosato. El volumen total aplicado por los
agricultores aumentó de 51 millones de kilogramos en 1995 a 747 millones de
kilogramos en 2014. Para el año 2012,
se había identificado 22 especies de malezas en los EE.UU, resistentes a
herbicidas.
13.
Algunos
estudios científicos ponen en evidencia que los alimentos transgénicos pueden
resultar tóxicos, alergénicos o presentar cambios nutricionales no
intencionados. Los efectos adversos de los alimentos modificados genéticamente
pueden deberse a tres causas: a) el proceso de transformación genética que
pueden alterar la producción nuevas toxinas o alérgenos y/o alteraciones en el
valor nutricional; b) la toxina Bt en los cultivos insecticidas transgénicos,
puede ser tóxico o alergénico; c) los cultivos MG que toleran herbicidas pueden
aumentar los residuos tóxicos de glifosato y otros herbicidas y generar mayores
niveles de contaminación.
14.
El
estudio del profesor Gilles-Eric Séralini, de la Universidad de Caen (Francia)
publicado en 2012, en donde alimentó ratas
con maíz transgénico tolerante al Roundup de Monsanto encontró que al alimentar las ratas durante un periodo
prolongado de dos años con maíz tolerante al glifosato y con niveles muy bajos
de este herbicida, provocaban alteraciones hormonales y graves daños en los
órganos de ratas. También se presentó un incremento de tumores cancerígenos y
muertes prematuras en los ratones machos.
15.
Numerosos
estudios evidencian los impactos del glifosato asociado a soya y maíz
transgénico en la salud humana y animal (Benbrook, 2016). La Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer, de la Organización Mundial de
la Salud, en 2015, clasificó el glifosato como "probable carcinógeno
humano".
16.
La
liberación incontrolada de cultivos y alimentos transgénicos, las normas de
bioseguridad insuficientes vigentes en el país y las débiles acciones de
control y protección que implementa el gobierno para proteger los derechos de
los pueblos indígenas y de los ciudadanos, la biodiversidad, los sistemas productivos
locales y la soberanía alimentaria de los pueblos.
17.
La
declaración de Territorios Libres de Transgénicos (TLT) está basada en el
derecho de los pueblos indígenas de ejercer control de sus territorios,
mediante el ejercicio de gobierno autónomo y la toma de decisiones sobre
acciones y proyectos que los afecte, en concordancia con los derechos
especiales reconocidos por el Convenio 169 de la OIT y también la Constitución
y las leyes nacionales vigentes en la materia.
18.
En
el año 2009 el resguardo de Cañamomo Lomaprieta declaró su Resguardo como
Territorio Libre de Transgénicos (TLT), mediante resolución 018 de 2009.
Por
todo lo anterior:
Los pueblos y autoridades
indígenas Embera de Caldas, Declaramos nuestros Territorios Libres de Transgénicos.
Para
fortalecer esta declaratoria nos comprometemos a implementar diversas
estrategias y acciones para enfrentar
los efectos negativos que pueden generar los cultivos y alimentos transgénicos
en nuestro territorio. Entre los cuales están:
1.
Recuperar,
conservar e intercambiar las semillas nativas y criollas a través de su cultivo
en el territorio y las Casas Comunitarias de Semillas controladas y manejadas
por los custodios de semillas y las autoridades indígenas.
2.
No
permitir programas agrícolas de fomento y ayuda alimentaria gubernamentales y
privados que promuevan o utilicen semillas y alimentos transgénicos.
3.
Sensibilizar,
capacitar y difundir información a las comunidades sobre el tema de los
transgénicos.
4.
Apoyar
demandas judiciales en contra de la introducción de cultivos transgénicos en
Colombia y la norma de Bioseguridad en Colombia.
5.
Fortalecer
la agroecológica como propuesta de vida
para continuar la recuperación,
uso, manejo y protección de las semillas
tradicionales y saberes ancestrales, reconociendo el papel fundamental que juegan los custodios
de semillas en el territorio y fortalecer la soberanía alimentaria, mediante la
producción del alimento propio, de acuerdo a los usos y costumbres, y siempre de una forma sustentable y acorde
con la madre tierra. Dentro de los Planes de Vida, que vienen implementado los
Resguardos dentro de sus políticas de producción agropecuaria y soberanía
alimentaria.
6.
Fortalecer
las redes de custodios de semillas conformada por comuneros dedicados a la
recuperación, conservación y multiplicación de las semillas nativas y criollas
que de generación en generación pasaron desde los primeros pobladores hasta los
actuales. Los custodios de semillas han permitido conservar el patrimonio de la
agrobiodiversidad y el conocimiento
tradicional ligado a las semillas, tanto en las formas de cultivo como en los
diferentes usos (alimenticios,
medicinales, artesanales, espirituales, entre otros) que son las raíces de la
cultura del pueblo Embera.
7.
Realizar
actividades de control que permitan identificar riesgos de contaminación
transgénica de las semillas nativas y criollas en el territorio Embera de los
municipios en Caldas
Esta
declaratoria se firma y aplica a partir del día 27 de junio de 2018
Para mayor constancia
firman:
Consejo
Regional Indígena de Caldas – CRIDEC
1.
Resguardo Indígena Cañamomo – Lomaprieta
(Riosucio y Supía)
2.
Resguardo Indígena Nuestra Señora de La
Montaña (Riosucio)
3.
Resguardo Indígena San Lorenzo (Riosucio
y Supía)
4.
Resguardo Indígena Escopetera – Pirza
(Riosucio y Quinchía Risaralda)
5.
Resguardo La Albania (San José y
Risaralda)
6.
Resguardo Totumal (Belalcazar)
7.
Parcialidad Ambacheke (Palestina)
8.
Parcialidad Ansea (Anserma)
9.
Parcialidad Cartama (Marmato)
10.
Parcialidad Cauromá (Supía)
11.
Parcialidad Dachi Joma (Anserma)
12.
Parcialidad el Palmar (Filadelfia)
13.
Parcialidad La Soledad (Filadelfia)
14.
Parcialidad la Trina (Supía)
15.
Asentamiento Bacurucar (Viterbo)
16.
Asentamiento Dachi Drua (San José)
17.
Asentamiento Damasco (Neira)
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