Carta de Dignidad Agropecuaria a Ministro de Agricultura por situación del maíz dulce en el Valle del Cauca
Las crisis del sector agrícola no cambian, al igual que las exigencias de los productores y las respuestas institucionales. Debemos insistir en buscar alternativas al dilema sobre el modelo de producción con monocultivos en grandes extensiones para atender el mercado urbano. Las llamadas plagas aparecen cuando hay desequilibrios en el ecosistema, los cuales son causados por una agricultura que solo atiende a buscar rentabilidad a costa del sacrificio de la diversidad y los espacios de refugio de la naturaleza. No les quedan más opciones que el veneno o la cuarentena. El círculo vicioso en el que nos tienen envueltos desde que apareció la revolución verde.
Sería importante que estos agricultores y el MADR aprendan sobre modelos de agricultura sostenible y agroecología. Esa si sería una alternativa real de largo plazo, no la que tienen ahora de ganancias rápidas para quiebras duraderas.
Esta es la carta de Dignidad Agropecuaria al MADR:
Sobre la Cuarentena para el Maíz Dulce en el Valle del Cauca
Doctor Rodolfo Zea Hernandez
Ministro de Agricultura E.S.D
Señor Ministro
Cordial saludo
Al igual que se requiere en los seres humanos cuando hay pandemias, de cuarentenas, en la agricultura o la ganadería, ante plagas o enfermedades se procede de igual manera. Si dichas plagas o enfermedades, amenazan extenderse y perjudicar a miles de productores agropecuarios o a millones de personas es inevitable tomar medidas de protección. La decisión que se tome, en todo caso, debe estar sustentada en análisis y evaluación de los desarrollos de la plaga, virus o enfermedad. Esas decisiones las toman las autoridades responsables y deben ser muy cuidadosas ya que, como es sabido, afectan el ingreso de las personas, los costos de control de la emergencia, la economía y la vida de las personas, en no pocos casos.
Y, ¿A qué viene esta reflexión? La respuesta es sencilla, pero de gran importancia para los cultivadores de maíz dulce de los municipios de La Unión, Roldanillo, Toro y otros del del Valle del Cauca que hoy, 14 de diciembre de 2020 adelantarán una reunión con el ICA, para argumentar, y de alguna manera enfrentar, una decisión de cuarentena en la siembra de maíz contemplada en la Resolución No 070582 del 26 de junio de 2020 de la Gerencia Seccional del Valle del Cauca. En esa región que, hoy por hoy, tiene unas excelentes condiciones de clima y productividad, se vive una situación compleja por la presencia del insecto -dalbulus maidis- conocido como la chicharrita del maíz que ataca la planta de manera sistémica y, si no se controla, puede reducir, significativamente, la productividad del cultivo.
Ante la plaga, el ICA quiere prohibir la siembra, a través de una cuarentena de cuatro meses. Creen muchos agricultores que lo que debe hacerse es perseguir la plaga, que anida no solo en el maíz, y no las siembras de los cultivadores. Y, la afirmación va dirigida ante el hecho cierto que no hay control del insecto en arvenses, especialmente en el pasto jhonson y la caminadora. También debería investigarse la relación que puede existir entre el inoculo del virus y la caña de azúcar.
La situación es muy difícil para los productores, en su gran mayoría pequeños y medianos, aunque también hay grandes, que quedarían muy afectados en su actividad económica, ya que dependen de sembrar maíz dulce y una prohibición, de sembrar durante cuatro meses sería condenarlos a la ruina ya que, la gran mayoría, no disponen de los medios suficientes ni de alternativas rentables para producir y menos de una comercialización estable como es la que, después de un arduo trabajo -de más de cuatro años- han logrado con el maíz dulce. Además, no tienen condiciones para hacer una rotación eficiente, con otros cultivos.
En medio de la pandemia del covid-19- son muchas las preocupaciones que tienen los ciudadanos y no pocos padecen difíciles situaciones emocionales que se agravarían con la prohibición de sembrar sus pequeñas parcelas.
La historia de la región enseña que los agricultores sembraban frutas: uva, papaya, melón, sandía, pero, de una parte, las tierras se cansaron y, de otra, se presenta una grave crisis, que sacó a muchos productores de esos cultivos, por los elevados costos de producción de los mismos y la mínima retribución al momento de vender su producción. Además, en la uva, las importaciones de Chile -en la temporada de navidad y año nuevo- destruyen el mercado para los productores nacionales.
Ante esa realidad, desde hace unos años, decenas de cultivadores decidieron voltearse al maíz dulce, que siembran cada diez días y que les permitió renovar-recuperar las tierras y alcanzar ingresos semanales para ellos, generando abundante mano de obra e ingresos para los trabajadores que requiere el cultivo y para municipios como La Unión que tiene el 44% de sus tierras sembradas con maíz dulce. Debe saberse que los productores han trabajado, arduamente, para establecer relaciones comerciales que les permiten disponer de contratos de entrega de maíz con merca-fruver y almacenes de cadena. Semejante tarea no debe interrumpirse.
Entendemos que hay que parar la propagación de la plaga, pero debe decirse, con gran certeza, que está controlada en la gran mayoría de los sembradíos de pequeños y medianos productores que, como siembran cada diez días, pueden hacer prácticas culturales que eliminan la presencia de la chicharrita del maíz.
Por esas razones solicitamos se revise y aplace la decisión de cuarentena, se implementen, con la autoridad departamental y las municipales, programas de control que arropen a todos los cultivadores para preservar esta actividad económica.
Estamos atentos a las decisiones que se tomen. Esperamos sean ajustadas a derecho y, sobre todo, a la realidad que hoy viven los productores de maíz dulce del Valle del Cauca.
Oscar Gutiérrez Reyes
Director Ejecutivo Nacional
Dignidad Agropecuaria Colombiana
Manizales, diciembre 13 de 2020
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