Investigación demuestra que para enfrentar la crisis climática, debemos erradicar los fertilizantes químicos
IATP, Greenpeace International y GRAIN | 01 de noviembre 2021
Los costos crecientes de los fertilizantes nitrogenados sintéticos, impulsados por un abrupto incremento de los precios del gas natural, han hecho que los gobiernos entren en pánico ante una crisis alimentaria global catastrófica. 1 Mientras tanto, esta nueva investigación demuestra que los fertilizantes nitrogenados sintéticos son una causal importante de la crisis climática, responsables de 1 de cada 40 toneladas de GEI que actualmente se liberan a la atmósfera.2 Ahora, a medida que se acerca la 26ta Conferencia sobre el Cambio Climático, es el momento para que el mundo se deshaga de su adicción por los fertilizantes nitrogenados sintéticos y realice, de manera urgente, una transición hacia una agricultura sin combustibles fósiles ni productos químicos.
Esta nueva investigación —realizada por tres científicos que trabajan con Greenpeace, IATP y GRAIN— nos brinda una primera estimación del impacto global sobre el clima de los fertilizantes nitrogenados sintéticos, considerando la cadena de producción y uso completa, desde la fabricación hasta la aplicación y evolución en el suelo. Los resultados muestran que la producción y uso de los fertilizantes nitrogenados sintéticos dan cuenta del 2,4% de las emisiones globales, convirtiéndolo en uno de los principales contaminantes climáticos de origen industrial. La cadena de suministro de los fertilizantes nitrogenados sintéticos fue responsable de una emisión estimada de 1250 millones de toneladas de CO2 en 2018, lo que es, aproximadamente, 21,5% de las emisiones anuales directas de la agricultura (5800 millones de toneladas). En comparación, las emisiones globales de la aviación comercial, en 2018, fueron cercanas a 900 millones de toneladas de CO2.
La mayoría de las emisiones procedentes de los fertilizantes nitrogenados sintéticos se produce después que son aplicados al suelo e ingresan a la atmósfera como óxido nitroso (N2O) —un gas persistente, con efecto de invernadero, con un potencial de calentamiento global 265 veces mayor que el calentamiento potencial del CO2. Pero lo que es menos discutido, es que casi 40% de las emisiones de gases con efecto de invernadero procedentes de los fertilizantes nitrogenados ocurre en la producción y transporte, mayormente en la forma de CO2 debido a la quema de combustibles fósiles durante su fabricación. La suma de todas las emisiones procedentes de los fertilizantes nitrogenados sintéticos, muestra cómo éstos son una fuente de contaminación climática de importancia que necesita ser reducida rápidamente y de manera drástica.
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