México defiende con ciencia las restricciones al maíz transgénico
Por Timothy Wise (Boletín Abril de 2024 The Organic & Non- GMO Report)
Desde que México impuso sus restricciones al maíz genéticamente
modificado (GM) en tortillas en febrero pasado como medidas de precaución para
proteger la salud pública y la biodiversidad del maíz, el gobierno de Estados
Unidos ha justificado repetidamente su impugnación a las políticas del acuerdo
comercial de los países con el argumento de que las políticas de México no se
basan en la ciencia.
Como dijo el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack,
en agosto pasado, cuando se presentó el caso en Estados Unidos bajo el
mecanismo formal de disputas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá
(T-MEC), "el enfoque de México hacia la biotecnología no se basa en la
ciencia y va en contra de décadas de evidencia que demuestra su seguridad y el
riguroso sistema de revisión regulatoria basado en la ciencia que garantiza que
no representa ningún daño para la salud humana y el medio ambiente".
México ya
ha presentado su respuesta formal a Estados Unidos en la disputa
comercial. Publicado el 5 de marzo, México muestra que tiene la
ciencia independiente más reciente firmemente de su lado.
Como señala
el gobierno mexicano en su respuesta de 200 páginas, "lejos de
existir un consenso sobre la inocuidad de los transgénicos, la evidencia
científica apunta a diversos efectos negativos sobre la salud, sobre el maíz
nativo y sobre el medio ambiente, derivados del cultivo y consumo de maíz
transgénico" (119 – las citas del documento están en cursiva y se
citan aquí por sus párrafos numerados, ya que la paginación es diferente en las
versiones en inglés y español).
Con el fin de ofrecer una guía para el lector de este extenso y técnico
documento, el IATP destaca aquí algunos de los puntos más importantes.
Incluimos algunas citas en el texto y al final de líderes académicos, de la
sociedad civil y del gobierno, que han sido fundamentales en el esfuerzo de
décadas para detener el maíz transgénico y su herbicida acompañante, el
glifosato.
Diez ONG presentaron sus comentarios formales en ocho presentaciones
invitadas el 15 de marzo en apoyo de las restricciones de México. Canadá, como
tercero que apoya la reclamación de los Estados Unidos, también lo hará.
Estados Unidos tenía hasta el 26 de marzo para refutar las afirmaciones de
México. Ahora le corresponde a Estados Unidos responder concretamente a la
ciencia presentada por México. Esas pruebas incluyen:
Riesgos del
consumo directo de maíz transgénico: 13 páginas de evidencia de que
el maíz transgénico, en particular las variedades Bt resistentes a los
insectos, plantea riesgos potenciales para la salud de los seres humanos a
través del daño al tracto intestinal y otros órganos.
- La sección incluye 66
referencias académicas de revistas revisadas por pares. (Al final de este
artículo se incluye una lista parcial).
- Los riesgos
documentados se derivan de: la exposición directa a través de los
alimentos; cambios epigenéticos que pueden transmitirse a la siguiente
generación; aumento de la resistencia a los antibióticos; y reducción del
contenido nutricional.
- Muchos estudios
destacan el aumento de los riesgos en México para una población que
consume 10 veces la cantidad de maíz que consumimos en los EE. UU. y lo
hace en tortillas y otras formas mínimamente procesadas que representan
una escala de exposición dietética muy diferente a la que enfrentamos en
los EE. UU.
- "Dada la
importancia fundamental del maíz como alimento básico de uso diario en
México, la población en México está altamente expuesta y vulnerable a
estos riesgos debido a la cantidad de grano de maíz que se consume
directamente a diario en forma de tortilla y otros alimentos elaborados
con harina y masa nixtamalizada". (24)
- "Aunque Estados
Unidos ha intentado trivializar y descartar este conjunto de pruebas
científicas, la evaluación de México indica que los riesgos son reales y
de particular preocupación para la salud humana en México". (382)
Riesgos del
consumo de residuos de glifosato en el maíz transgénico: 16 páginas
de evidencia, incluyendo 74 referencias académicas, sobre los elevados riesgos
para los consumidores mexicanos de los residuos de glifosato en el maíz
transgénico. Ya se ha documentado que esos residuos están presentes en las tortillas mexicanas, a pesar
de que es ilegal cultivar maíz transgénico en México y el país produce casi
todo su propio maíz blanco y nativo para tortillas. Esa evidencia de trazas de
glifosato, presumiblemente de maíz transgénico importado, es una de las
principales razones de las restricciones al maíz transgénico.
- La presentación de
México cita la creciente montaña de evidencia de que la exposición directa
al glifosato causa cáncer, como ha encontrado jurado tras jurado en casos
de daños contra Monsanto y su propietario Bayer.
- Múltiples referencias
académicas muestran los riesgos de las exposiciones de bajo nivel de
residuos en los alimentos consumidos. Una vez más, los niveles mucho más
altos de consumo de maíz en México multiplican el riesgo y hacen que las
normas estadounidenses y la mayoría de las normas internacionales de
niveles aceptables de residuos sean discutibles, lo que justifica el
enfoque precautorio de México.
- "México considera
que la ingestión de glifosato residual y otros contaminantes presentes a
través del consumo directo de granos de maíz transgénico representa un
grave riesgo para la inocuidad de los alimentos en México". (174)
Laxitud en
los procesos regulatorios de Estados Unidos que no garantizan la seguridad de
México: México cuestiona la presentación de Estados Unidos de la ciencia que
alega seguridad: "Estados Unidos, lejos de probar que las medidas
identificadas no están basadas en ciencia, presenta información carente de
rigor científico, desactualizada o con conflictos de interés". (230-235)
- Muchas de las fuentes
citadas por Estados Unidos —México destaca 33— no provienen de fuentes
académicas o revisadas por pares.
- Otros están
desactualizados, mostrando una investigación que está peligrosamente
desactualizada para una tecnología relativamente reciente sobre la que
está surgiendo nueva ciencia todo el tiempo. (Dieciséis de los estudios
citados por Estados Unidos tienen más de 10 años de antigüedad).
- Estados Unidos cita
repetidamente amplias encuestas realizadas por agencias científicas, pero
la mayoría tienen más de 10 años de antigüedad.
- Incluso esos se citan
selectivamente, como la afirmación de Estados Unidos de que la Academia
Nacional de Ciencias en una encuesta de 2016 confirmó la seguridad de los
transgénicos. De hecho, la evidencia de seguridad de la NAS proviene de
comparaciones del consumo de Estados Unidos (con transgénicos) y el Reino
Unido (sin transgénicos), pero ninguna con un perfil como el de México.
- Como señalaron los
investigadores en la Academia Estadounidense de Pediatría:
"No hubo estudios epidemiológicos publicados a largo plazo que
evaluaran directamente el impacto potencial en la salud de los alimentos
modificados genéticamente y la exposición a herbicidas asociados, por lo
que las conclusiones sobre la salud se hicieron en gran medida en
ausencia de datos disponibles".
- Muchos de los estudios
citados por Estados Unidos muestran conflictos de intereses, lo que indica
financiación por parte de empresas de biotecnología o investigadores
asociados con intereses biotecnológicos.
- Las normas
reglamentarias de S. son débiles, ya que no exigen estudios en animales u
otras evaluaciones de inocuidad antes de que se apruebe una nueva variedad
modificada genéticamente.
- Los tan citados
"4.000+ estudios que muestran la seguridad de los transgénicos"
están plagados de estos errores. La mayoría provienen de las propias
pruebas de las empresas cuando buscaron la aprobación de los reguladores
estadounidenses para comercializar nuevas variedades transgénicas. Pocos
son revisados por pares. Menos se basan en ensayos de alimentación animal
a largo plazo.
- México destaca que
Estados Unidos no puede producir un solo estudio académico que demuestre
que el consumo a largo plazo de grandes cantidades de maíz transgénico
mínimamente procesado tratado con glifosato es seguro para el consumo. Es
por ello que México tomó las medidas cautelares que tomó. Como dijo
a Reuters el subsecretario de
Agricultura de México, Víctor Suárez:
- "Hasta el día de
hoy no hemos visto ningún estudio científico que haya sido presentado por
los EE. UU. y las empresas sobre la seguridad del consumo continuo
durante años. Por lo tanto, no hay base científica para que Estados
Unidos y las empresas afirmen que su maíz es seguro".
La
cuidadosa evaluación de riesgos realizada por México de acuerdo con los
lineamientos del T-MEC: México presenta amplia evidencia
de que efectivamente ha realizado la evaluación de riesgos requerida por el
acuerdo comercial y que el acuerdo le da a México el derecho de determinar los
niveles de protección que considere necesarios, y luego interpretar la ciencia
disponible a la luz de ese compromiso.
- En ese contexto, las
normas regulatorias relativamente laxas de Estados Unidos ofrecen poca
evidencia útil para un país tan altamente dependiente del consumo de maíz
como México. La ausencia de estudios a largo plazo con altos niveles de
consumo obligó a México a realizar su propia evaluación de riesgo con base
en la ciencia disponible.
- México enumera la
documentación de ese riesgo en una publicación de 31 páginas de 2020de la
agencia nacional de ciencias, que ha estado disponible para que el
gobierno de Estados Unidos y los medios de comunicación la revisen. México
ha actualizado constantemente esa base de evidencia en un banco de datos disponible públicamente que
además informó su decreto actualizado de 2023.
- "La Evaluación de
Riesgos evaluó los posibles efectos adversos en la salud de los mexicanos
por la presencia de contaminantes, específicamente glifosato y residuos de
proteínas transgénicas en alimentos elaborados con maíz transgénico
comúnmente consumidos por los mexicanos". (403)
Riesgos
para las variedades nativas de maíz del maíz transgénico: México
también presenta amplia evidencia de los riesgos para las variedades nativas de
maíz de la polinización cruzada por maíz transgénico, incluido un estudio
exhaustivo realizado por la propia comisión ambiental del TLCAN. Tal
contaminación puede socavar la integridad genética de las variedades nativas de
maíz de México, que argumenta que es un recurso natural único y en peligro de
extinción valioso no solo para México sino también para el mundo para el futuro
fitomejoramiento.
- México cita 13 leyes
nacionales y tratados internacionales distintos que lo obligan a proteger
el maíz nativo.
- Esa obligación incluye
una excepción especial en el actual tratado comercial que permite a los
países tomar acciones que garanticen los derechos culturales e indígenas,
de los cuales el maíz nativo se considera parte integral.
La
utilización de medidas que "menos distorsionan el comercio": México
demuestra que sus medidas se eligen cuidadosamente para minimizar el impacto en
el comercio internacional, satisfaciendo la obligación del T-MEC de que un
gobierno utilice las medidas menos distorsionadoras del comercio disponibles
para lograr un objetivo legítimo de política.
- La restricción de
México sobre el uso de maíz transgénico en tortillas afecta a una pequeña
parte de las exportaciones de maíz de Estados Unidos a México, tal vez el
1%, porque alrededor del 97% se destina a la alimentación animal y usos
industriales. México es en gran medida autosuficiente en maíz blanco y
nativo para tortillas.
- A los agricultores
estadounidenses afectados no se les impide exportar a México. De hecho,
pueden ganar precios superiores si cambian a maíz blanco no transgénico.
- Las restricciones se
aplican a todo el maíz transgénico de cualquier fuente, incluso dentro de
México, por lo que de ninguna manera discriminan a los Estados Unidos.
- Las medidas no implican
restricciones comerciales de ningún tipo, solo una restricción al uso de
maíz transgénico en las tortillas.
- El desafío de Estados
Unidos a la llamada "instrucción de sustitución" de México, para
reemplazar gradualmente el maíz transgénico en la alimentación animal y
usos industriales, es equivocado y, en el mejor de los casos, prematuro.
En este momento no impone ninguna medida específica, ni indica ninguna
restricción comercial, ni ninguna fecha en la que se promulgarán medidas.
Para probar este punto, México señala que desde que se anunció el decreto
en febrero de 2023, las exportaciones de maíz de Estados Unidos a México
han aumentado significativamente, no han disminuido.
- En su reclamación,
Estados Unidos no identifica una política "alternativa menos
distorsionadora del comercio" que las restricciones mínimas de
México, como lo exige el T-MEC. Como señala México, los Estados Unidos
sugieren que "dado que la prohibición de las tortillas de
maíz no logra ningún [nivel adecuado de protección], una alternativa
razonablemente disponible y menos restrictiva del comercio sería retirarla
por completo". (450)
Los
expertos han elogiado la respuesta de México como una fuerte justificación
basada en la ciencia para sus políticas: "Si
ganamos, desafiaremos todo un modelo de producción. Sería un gran logro,
estableciendo un estándar internacional. Si nuestro maíz es derrotado en su
centro de origen, veríamos lo mismo en otros centros de origen para otros
cultivos. Las empresas de biotecnología se envalentonarían", dijo
Monserrat Téllez, de Semillas de Vida (México).
"México presenta amplia evidencia científica sobre los riesgos para
la salud humana y el medio ambiente del consumo de maíz transgénico con
residuos del herbicida glifosato. El gobierno de México tiene todo el derecho
de determinar el nivel adecuado de protección para proteger la salud
humana", según Fernando Bejarano, Ph.D., Red de Acción sobre Plaguicidas y
Alternativas en México (RAPAM).
"Los mexicanos son los mayores consumidores de maíz, especialmente
a través de las tortillas. Tenemos el derecho de prohibir el uso de maíz
transgénico en la preparación de tortillas no solo por la presencia de maíz
transgénico sino también por las mayores concentraciones de residuos de
glifosato. Además, nuestro país es el centro de origen y diversidad del maíz,
base de nuestra cultura culinaria, que ha sido declarada patrimonio de la
humanidad. Tenemos el derecho de proteger este alimento y este bien cultural",
afirmó Alejandro Calvillo, de Poder del Consumidor.
"Acogemos con beneplácito esta vigorosa defensa de los programas de
México para transformar su sistema alimentario. La ciencia que presentan
respalda las campañas de larga data de la sociedad civil en favor de alimentos
saludables y sistemas agrícolas biodiversos. También hay mucho aquí que podría
contribuir a debates más sustantivos sobre nuestro sistema alimentario y
agrícola en los EE. UU.", observó Karen Hansen-Kuhn, directora de comercio
y estrategias internacionales del IATP.
Desde que
México anunció por primera vez sus intenciones de limitar el maíz transgénico y
el glifosato en su cadena de tortillas, el gobierno de Estados Unidos ha
afirmado que las políticas de México no se basan en la ciencia. La respuesta
integral de México refuta esa afirmación, presentando cientos de estudios
académicos que muestran motivos de preocupación sobre la salud humana y la
amenaza a la diversidad del maíz nativo. La responsabilidad recae ahora en el
gobierno de Estados Unidos para responder antes del 26 de marzo con la ciencia,
ofreciendo su evaluación de las docenas de estudios que México cita y que
muestran motivos de preocupación.
Fuente:
Instituto de Política Agrícola y Comercial
Para ver el
artículo original, visite: https://www.iatp.org/mexicos-science-based-defense-gm-corn-restrictions
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