México probará cultivos de maíz transgénico: iniciará este año plantaciones experimentales
PORTAFOLIO Febrero 7 de 2008
Busca establecer inicialmente las condiciones de uso de semillas modificadas, evitando el contagio a los maíces criollos।
Casi todos los vecinos de México, sobre todo Estados Unidos, pero también Guatemala y Honduras, tienen maíz transgénico, de mayor rendimiento, dijo Víctor Villalobos, coordinador de Asuntos Internacionales del ministerio de Agricultura y miembro de la Comisión de Seguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM).
¿De alguna forma nosotros estamos medio aislados y tenemos que tomar decisiones y las decisiones tienen que ser en función de los riesgos, pero también en función del riesgo de no ser parte de este desarrollo¿, sostuvo Villalobos.
El tema de aplicación de la biotecnología al maíz levanta polémicas en México, donde este grano no solo tiene un significado cultural (sus habitantes originales se consideraban hechos de maíz), sino económico-social.
México es el primer productor del mundo de maíz blanco, el que se usa para consumo humano en la región y constituye el producto principal de la dieta básica de los mexicanos, con el que se elabora la popular tortilla.
Pero es requiere importaciones del grano amarillo, utilizado para forraje y de cuyo bajo precio dependen los de otros productos como la carne y los huevos, que han conseguido mantenerse a niveles bajos.
Villalobos admite que ¿hay una presión muy fuerte por parte de los productores para que se les permita utilizar semillas transgénicas¿.
Hasta ahora, a pesar de que una ley del 2005 abre la puerta al uso de semillas transgénicas, el Gobierno, presionado por organizaciones ambientalistas y la oposición, ha impedido su cultivo.
El Ejecutivo tiene previsto aprobar en los próximos meses un reglamento que incluye garantías especiales para el maíz y que permitirá empezar los cultivos experimentales con vistas a su posterior comercialización a gran escala.
Según la organización Greenpeace, los transgénicos incluyen componentes riesgosos para la salud, que contaminan el medio ambiente.
Para Villalobos, está ampliamente demostrado que el maíz transgénico no supone ningún daño para la salud humana y que su cultivo ¿tiene un importante componente ambiental puesto que se reduce la aplicación de pesticidas¿.
Los ensayos se realizarían con los dos genes comercializados hoy en día, los de resistencia a insectos y los de resistencia a herbicidas, en zonas del norte de México donde no haya maíz criollo y en ciclos de no polinización de la planta.
Además, se establecerán ¿barreras-trampa de plantas de maíz en las que pudiéramos monitorear qué tanto viaja el polen en términos del tipo de clima, la humedad, la distancia, el viento", explica Villalobos.
Cuestionamientos
Víctor Villalobos, del Ministerio de Agricultura de México, rechaza el argumento de que la expansión de maíz transgénico terminará haciendo dependientes a los productores nacionales de transnacionales como Mosanto, ya que "hoy día sin ser transgénicos somos dependientes" de empresas extranjeras que venden maíz híbrido.
Sin embargo, Villalobos reconoce que ¿va a ser muy difícil que en el largo plazo se pueda garantizar que va a haber zonas puras en términos de este flujo genético¿ ya que el maíz es una planta de polinización abierta, muy sensible al contagio por parte de otras especies.
México
Con AFP
Busca establecer inicialmente las condiciones de uso de semillas modificadas, evitando el contagio a los maíces criollos।
Casi todos los vecinos de México, sobre todo Estados Unidos, pero también Guatemala y Honduras, tienen maíz transgénico, de mayor rendimiento, dijo Víctor Villalobos, coordinador de Asuntos Internacionales del ministerio de Agricultura y miembro de la Comisión de Seguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM).
¿De alguna forma nosotros estamos medio aislados y tenemos que tomar decisiones y las decisiones tienen que ser en función de los riesgos, pero también en función del riesgo de no ser parte de este desarrollo¿, sostuvo Villalobos.
El tema de aplicación de la biotecnología al maíz levanta polémicas en México, donde este grano no solo tiene un significado cultural (sus habitantes originales se consideraban hechos de maíz), sino económico-social.
México es el primer productor del mundo de maíz blanco, el que se usa para consumo humano en la región y constituye el producto principal de la dieta básica de los mexicanos, con el que se elabora la popular tortilla.
Pero es requiere importaciones del grano amarillo, utilizado para forraje y de cuyo bajo precio dependen los de otros productos como la carne y los huevos, que han conseguido mantenerse a niveles bajos.
Villalobos admite que ¿hay una presión muy fuerte por parte de los productores para que se les permita utilizar semillas transgénicas¿.
Hasta ahora, a pesar de que una ley del 2005 abre la puerta al uso de semillas transgénicas, el Gobierno, presionado por organizaciones ambientalistas y la oposición, ha impedido su cultivo.
El Ejecutivo tiene previsto aprobar en los próximos meses un reglamento que incluye garantías especiales para el maíz y que permitirá empezar los cultivos experimentales con vistas a su posterior comercialización a gran escala.
Según la organización Greenpeace, los transgénicos incluyen componentes riesgosos para la salud, que contaminan el medio ambiente.
Para Villalobos, está ampliamente demostrado que el maíz transgénico no supone ningún daño para la salud humana y que su cultivo ¿tiene un importante componente ambiental puesto que se reduce la aplicación de pesticidas¿.
Los ensayos se realizarían con los dos genes comercializados hoy en día, los de resistencia a insectos y los de resistencia a herbicidas, en zonas del norte de México donde no haya maíz criollo y en ciclos de no polinización de la planta.
Además, se establecerán ¿barreras-trampa de plantas de maíz en las que pudiéramos monitorear qué tanto viaja el polen en términos del tipo de clima, la humedad, la distancia, el viento", explica Villalobos.
Cuestionamientos
Víctor Villalobos, del Ministerio de Agricultura de México, rechaza el argumento de que la expansión de maíz transgénico terminará haciendo dependientes a los productores nacionales de transnacionales como Mosanto, ya que "hoy día sin ser transgénicos somos dependientes" de empresas extranjeras que venden maíz híbrido.
Sin embargo, Villalobos reconoce que ¿va a ser muy difícil que en el largo plazo se pueda garantizar que va a haber zonas puras en términos de este flujo genético¿ ya que el maíz es una planta de polinización abierta, muy sensible al contagio por parte de otras especies.
México
Con AFP
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