Maíz Libre de Transgénicos - Mandato
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M A N D A T O D E L A S O C I E D A D
Mantengamos nuestro maíz, libre de transgénicos México a 10 de abril de 2011
Para México el maíz es nuestro principal alimento y es el producto agropecuario más importante; la superficie de la patria y nosotros mismos somos de maíz. Actualmente, en el mundo es el grano que más se produce y el que se utiliza en la elaboración de un mayor número de productos, el maíz es un cultivo sobresaliente por su capacidad de adaptación al cambio climático.
Por eso las corporaciones biotecnológicas extranjeras intentan expropiarlo y transformarlo en una materia prima estratégica patentada que les asegure mayores ganancias.
Los riesgos de liberar maíz transgénico en su centro de origen y diversidad son enormes; atentan contra el llamado “grano de la humanidad”[1] y en particular, contra la integridad física y cultural de los pueblos que nos alimentamos de maíz. El propio gobierno, a través de CONABIO, realizó un estudio que demuestra la existencia de maíces nativos en todo el territorio nacional y señala los riesgos que representa esta tecnología para los mismos. Por su relevancia señala que son “bienes públicos estratégicos de México”.[2]
Al igual que con otras tecnologías riesgosas, sería mejor prevenir que lamentar. La liberación masiva de transgénicos acelerada por intereses de lucro, puede tener consecuencias irreversibles en el ambiente y negativas para todos y todas. En el caso de los transgénicos debe aplicarse sin reserva el principio precautorio.
Ahora, además de violar la ley, el gobierno mexicano se hace eco de las falacias de los monopolios biotecnológicos y de un puñado de grandes agricultores rentistas del norte al argumentar a favor de los transgénicos como si fueran verdaderos “productos milagro” capaces de “resolver la crisis alimentaria, el hambre y la adaptación al cambio climático”.
El gobierno debe asumir una postura a favor de la mayoría de los mexicanos y de la humanidad; la verdadera protección del maíz nativo en México no es posible si se permite la siembra de maíz transgénico en el territorio nacional.
Es urgente un Decreto Presidencial que prohíba la liberación al ambiente en nuestro país de líneas transgénicas de maíz y de cualquier otro cultivo para el cual México es Centro de Origen y Diversidad.
Además, es indispensable que el gobierno apoye el desarrollo de las ciencias agrícolas desde nuestras instituciones científicas públicas, porque en éstas se entiende y se obedece a los intereses de un país soberano y con seguridad alimentaria. Desde éstas se da la bienvenida a la colaboración con instituciones internacionales, bajo la rectoría del Estado mexicano. Es preocupante que el Programa “Modernización sustentable para la agricultura tradicional de México” que implica el acceso a los recursos genéticos del maíz de las comunidades se dirija por un centro internacional como es el caso del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt).
Más que transgénicos, más que “productos milagro”, el país requiere otro modelo agroalimentario y una política de Estado de largo plazo con base en la soberanía alimentaria, la preservación de nuestra diversidad biocultural, la revaloración de la agricultura campesina, la agroecología y un papel gubernamental renovado de rectoría y fomento.
¡Antes de que sea demasiado tarde:
No a la siembra de maíz transgénico en México!
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