Semillas transgénicas, un "arma de destrucción masiva"
El economista Antón Novás echa por tierra el modelo productivo de la transgenia alimentaria aludiendo al "blindaje" de EEUU ante posibles 'contaminaciones'
El debate sobre los alimentos transgénicos no deja de generar ríos de tinta. Tanto los medios de comunicación como las publicaciones especializadas se hacen eco de las novedades que surgen en torno a este tipo de producción que pretende erigirse en el sistema hegemónico a nivel mundial. El último acento puesto sobre este tema ha tenido lugar a través del Cuaderno Interdisciplinar de Desarrollo Sostenible (Cuides) de la Fundación Cajamar.
El número 7 del pasado mes de octubre recoge la réplica del economista Antón Novás García, 'Aportaciones para un debate sobre los alimentos transgénicos', a otro artículo publicado por "un grupo de ingenieros agrónomos en nómina de Monsanto y Agricultura España SL y Pioneer Hi-Bred Spain SL" en el número 4 de Cuides. El citado texto respondía, a su vez, al primer artículo de Novás sobre transgenia con fecha del 3 de octubre de 2009.
En relación a los alimentos transgénicos Novás alude a la Directiva 2001/18 que obliga (y cita textualmente) a "aportar evaluaciones de riesgo caso por caso mostrando que la probabilidad de riesgos directos o indirectos (inmediatos o retardados) para la salud humana o el medio ambiente no va a ser distinta de la encontrada en variedades convencionales". En opinión del economista "lo que no dicen es que esta evaluación la hace la misma empresa que solicita la autorización... la zorra al cuidado de las gallinas".
Actualmente el único cultivo transgénico comercial que existe en Europa es el maíz, y "solo se cultiva en España, Spain is different", ironiza Novás. Naciones como EEUU se "blindan" estableciendo leyes ante posibles demandas, una acción cuanto menos preocupante ya que las productoras de alimentos transgénicos afirman que estos son seguros. "¿Entonces por qué lo hacen?", se pregunta el autor del artículo.
Uno de las mayores controversias del cultivo de transgénicos es la 'contaminación' vía aérea de otros campos aledaños. Al tener patente surgen los problemas con los agricultores locales. El economista asegura que los agricultores que hayan sido "contaminados" por el polen transgénico deben "demostrar su inocencia o entrarán en los listados de Monsanto y serán demandados para imponer sus disciplina". La agricultura transgénica se convierte así en "el arma de destrucción masiva de la agricultura tradicional". En su artículo Novás cita ejemplos de afectados en otros países.
El debate sobre los alimentos transgénicos no deja de generar ríos de tinta. Tanto los medios de comunicación como las publicaciones especializadas se hacen eco de las novedades que surgen en torno a este tipo de producción que pretende erigirse en el sistema hegemónico a nivel mundial. El último acento puesto sobre este tema ha tenido lugar a través del Cuaderno Interdisciplinar de Desarrollo Sostenible (Cuides) de la Fundación Cajamar.
El número 7 del pasado mes de octubre recoge la réplica del economista Antón Novás García, 'Aportaciones para un debate sobre los alimentos transgénicos', a otro artículo publicado por "un grupo de ingenieros agrónomos en nómina de Monsanto y Agricultura España SL y Pioneer Hi-Bred Spain SL" en el número 4 de Cuides. El citado texto respondía, a su vez, al primer artículo de Novás sobre transgenia con fecha del 3 de octubre de 2009.
En relación a los alimentos transgénicos Novás alude a la Directiva 2001/18 que obliga (y cita textualmente) a "aportar evaluaciones de riesgo caso por caso mostrando que la probabilidad de riesgos directos o indirectos (inmediatos o retardados) para la salud humana o el medio ambiente no va a ser distinta de la encontrada en variedades convencionales". En opinión del economista "lo que no dicen es que esta evaluación la hace la misma empresa que solicita la autorización... la zorra al cuidado de las gallinas".
Actualmente el único cultivo transgénico comercial que existe en Europa es el maíz, y "solo se cultiva en España, Spain is different", ironiza Novás. Naciones como EEUU se "blindan" estableciendo leyes ante posibles demandas, una acción cuanto menos preocupante ya que las productoras de alimentos transgénicos afirman que estos son seguros. "¿Entonces por qué lo hacen?", se pregunta el autor del artículo.
Uno de las mayores controversias del cultivo de transgénicos es la 'contaminación' vía aérea de otros campos aledaños. Al tener patente surgen los problemas con los agricultores locales. El economista asegura que los agricultores que hayan sido "contaminados" por el polen transgénico deben "demostrar su inocencia o entrarán en los listados de Monsanto y serán demandados para imponer sus disciplina". La agricultura transgénica se convierte así en "el arma de destrucción masiva de la agricultura tradicional". En su artículo Novás cita ejemplos de afectados en otros países.
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