Por la Defensa de las Semillas Libres en Colombia
RED
DE SEMILLAS LIBRES DE COLOMBIA
Documento
de posición por la defensa de las semillas
Colombia es uno de los países del mundo con
mayor agrobiodiversidad, expresada por miles de variedades nativas y criollas
que están en las manos de millones de agricultores de las comunidades
indígenas, afrocolombianas y campesinas. Las semillas son “Patrimonio de los
pueblos, al servicio de la humanidad” y han sido el fundamento para su soberanía
y autonomía alimentaria; por lo cual deben continuar en manos de los
agricultores.
En Bogotá los
días 2 y 3 de octubre de 2013 reunidas 80 organizaciones indígenas,
afrocolombianas, campesinas y sociales de diferentes regiones del país
realizamos el primer Encuentro Nacional
de la Red de Semillas Libres de Colombia, donde planteamos y acordamos
construir estrategias y acciones para la defensa de las semillas. En este
contexto se inscriben los siguientes puntos de posición que consideramos fundamentales
para las comunidades y que deben incluirse en las políticas gubernamentales
sobre semillas:
1. Todas
las normas de semillas que operan en Colombia, se sustentan en el Convenio
internacional de la Unión para la Protección de Obtentores Vegetales (UPOV),
aprobado mediante la Decisión 345 de 1993 de la Comunidad Andina de Naciones,
que protege los Derechos de los Obtentores Vegetales (DOV). Posteriormente la
ley 1032 de 2006, en el artículo 4, penaliza la usurpación de los (DOV); y en
2010 el ICA expidió la Resolución 970, que controla la producción, uso y
comercialización de semillas. Finalmente en 2012 se aprobó la ley 1518 que
implementa el Convenio UPOV 91, norma que fue derogada recientemente por la
Corte Constitucional. Estas
normas violan los derechos sobre el patrimonio genético de la nación, los
derechos colectivos de los pueblos para el libre uso, producción y
comercialización de las semillas y criminalizan el uso de las semillas por los agricultores y han
sido proferidas sin realizar consulta previa libre e informada con poblaciones
étnicas y campesinas.
2. No aceptamos ninguna norma de
propiedad intelectual aplicada sobre las semillas (patentes y derechos de
obtentores vegetales), puesto que permiten
su privatización y el control corporativo, mediante el monopolio de los
mercados. Las normas de
semillas y sus modificaciones en los últimos años en Colombia, responden a
presiones desde los países industrializados para que adecuen las leyes
nacionales a las normas de propiedad intelectual y al control que ejercen las
empresas semilleras. Es así como normas de semillas fueron aprobadas en el
marco de los Tratados de Libre Comercio, lo que conlleva a que solo se
beneficien las grandes transnacionales semilleras y no a los pequeños
agricultores.
3. Exigimos la derogatoria de la
resolución 970 y rechazamos cualquier norma que pretenda sustituirla. La 970
fue expedida con el argumento de lograr la sanidad y calidad de
las semillas, pero en realidad, lo que permite es entregar el control
monopólico de las semillas a las empresas y volver obligatorio el uso y la
comercialización de semillas certificadas y registradas, como también
criminaliza y prohíbe la producción y comercialización de semillas criollas. En
el borrador de la nueva norma el ICA pretende incluir un párrafo adicional que
dice; “Se excluye del ámbito de
aplicación de la presente resolución, aquellas semillas de variedades locales,
cuyo fin no sea la comercialización”.
Este cambio en la norma lo que pretende es controlar y prohibir que las semillas
criollas puedan ser usadas, intercambiadas o comercializadas por los
agricultores, y que estas se mantengan confinadas en las parcelas de los
agricultores y no puedan ser entregadas a terceros o comercializadas. Asimismo
es inaceptable la forma como el ICA
pretende realizar la consulta para proyectos sobre semillas que afecten a estas
comunidades, que definió hacerla a través de internet.
4.
Rechazamos
los decomisos de semillas y judicializaciones a agricultores que el ICA está
realizando en diferentes regiones del país. Entre 2010 y 2012 se decomisó más de 4.167.225
kilogramos de semillas, de acuerdo con información oficial del ICA. Consideramos
ilegales estos decomisos, porque se está violando los derechos de los
agricultores. En la
resolución 970 del ICA, se establece que el agricultor sólo podrá reservar de
su cosecha semillas de las empresas, por una sola vez, en parcelas de máximo
cinco hectáreas y no puede entregarla a terceros bajo ningún título; además
debe demostrar que en su último cultivo sólo ha usado semilla legal
certificada. Esta determinación es inaceptable y va en contravía de los
“Derechos del Agricultor”, consagrado en el Tratado Internacional de Recursos
Fitogenéticos (TIRFAA), de la FAO que señala: “Nada de lo que se dice en este artículo
se interpretará en el sentido de limitar cualquier derecho que tengan los
agricultores a conservar, utilizar, intercambiar y vender material de siembra o
propagación conservado en las fincas, con arreglo a la legislación nacional y
según proceda” (Art. 9, inciso 9.3)
5.
Rechazamos
los cultivos y alimentos transgénicos que el Gobierno Nacional ha autorizado
para la siembra y el consumo en el país y exigimos que se revoquen las
autorizaciones para todos estos organismos transgénicos. Existen suficientes
evidencias científicas en el mundo que muestran los impactos ambientales,
socioeconómicos y sobre la soberanía alimentaria de los pueblos, la salud
humana y animal. Así mismo rechazamos la contaminación genética que generan los
cultivos transgénicos sobre las semillas criollas. Es evidente el fracaso del
algodón transgénico en el país, puesto que los agricultores de Córdoba y Tolima
han tenido millonarias pérdidas por las pésimas semillas de algodón transgénico
que les han vendido las empresas multinacionales.
6. Exigimos que no se obligue a los
agricultores la utilización de semillas certificadas y registradas en los
programas y proyectos gubernamentales de fomento agrícola y como requisito para
acceder a los créditos financieros.
7.
Exigimos que el gobierno
ejerza un fuerte control sobre las empresas transnacionales que se apropian de
las semillas certificadas y patentadas, que monopolizan el mercado, la
disponibilidad de semillas e imponen precios especulativos, como en los casos
de semillas de algodón, arroz y papa. Igualmente deben realizarse estrictos
controles de la calidad y sanidad de las semillas de las empresas, para que no
afecten las semillas y la agricultura campesina.
8.
Exigimos que las políticas
públicas sobre semillas se aborden integralmente y se orienten a favorecer los sistemas vivos de
semillas, su libre circulación, uso, manejo y cuidado bajo el control de los
pueblos y comunidades, promoviendo la agroecología y la investigación
participativa para el desarrollo de semillas de buena calidad, acordes con sus
necesidades y condiciones ambientales, culturales y socioeconómicas.
9.
Las
comunidades indígenas, afro y campesinas de Colombia nos comprometemos a
conservar, proteger y compartir nuestras semillas; esta es la mejor forma de
resistir contra el despojo y la mejor forma de preservar la biodiversidad.
Continuaremos trabajando dentro de nuestros propios sistemas de propagación de
semillas. Las semillas en manos de las y los
agricultores son un elemento fundamental para que las poblaciones rurales y
urbanas garanticemos nuestra soberanía y autonomía alimentaria ante la crisis climática actual.
Es por ello que como Red de Semillas Libres de Colombia y de América estamos
guardando, intercambiando las semillas, no solo para nosotros, sino como patrimonio
de los pueblos al servicio de la humanidad.
Por
cada semilla que nos decomisen, haremos que estas germinen y florezcan de
nuevo, se multipliquen, se esparzan y caminen libremente con los
agricultores por
los campos de Colombia.
Descargar documento en PDF en: http://www.redsemillaslibres.org/blog-acciones-urgentes-comunicados-y-manifiestos/
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