Denuncia UNES en Salvador contra presión de Monsanto
DENUNCIAMOS IMPOSICIONES INSUSTENTABLES DE LA EMBAJADA DE ESTADOS
UNIDOS PARA NUESTRA SOBERANÍA ALIMENTARIA.
26 DE Junio del 2014.
Hace un
año se inició un proceso de compras de semillas a productores nacionales, (92%),
esta decisión representó avances en materia de autosuficiencia
alimentaria observados durante la gestión gubernamental 2009-2014.
Lastimosamente para este año, esta iniciativa se ha visto amenazada por la
actitud de presión de la MONSANTO a través de la Embajada de Estados Unidos.
El
gobierno de EEUU aún no está conforme con eso, porque no se hace dentro del
marco del convenio CAFTA DR (TLC QUE HACE CENTROAMÉRICA Y R DOMINICANA CON LOS
EEUU), éste, prácticamente le asegura a MONSANTO y sus filiales, todo el pastel
y no una sola porción. Por esta razón, a la embajadora de los EEUU, le han dado
línea de insistir en que, la compra de semillas, se haga bajo ese nefasto
acuerdo, para asegurar que siempre se le compre a los EEUU (alias Monsanto) los
productos de toda la cadena de insumos agrícolas.
En la
actualidad, 10 empresas transnacionales controlan el 67% del mercado mundial de
semillas, y dentro de éstas, dos empresas norteamericanas (Monsanto y DuPont) y
una empresa suiza (Syngenta), concentran el 47% del mercado mundial. Monsanto
sigue una estrategia de apropiarse del mercado de semillas y por eso constituye
una estrategia gubernamental de los EEUU, en cuanto como país, se muestre
debilidad dejándose imponer sus semillas.
Quien domina el mercado de semillas, domina el comercio agrícola.
La
estrategia de Monsanto avalada y defendida por el gobierno de EEUU es
apoderarse del mercado agrícola, primero
vendiendo sus semillas y agrotóxicos que va creando dependencia de los
agricultores y del país no solamente de las semillas sino de toda la
cadena agroalimentaria, estamos hablando
de mucho más del monto del Fomilenio II.
El
Fomilenio II es una estrategia de apoyo directo, con infraestructura y muchas
otras facilidades, incluyendo los Asocio Público Privados, a los grandes
empresarios, nacionales y transnacionales, para que hagan sus proyectos en la
costa salvadoreña en contra de los intereses de la gente pobre y de los bienes
naturales de esa zona, de los cuales, esa población dependen para su
subsistencia.
Las
semillas de Monsanto son transgénicas o híbridas envenenadas, que no se pueden
reproducir ni por accidente, (por viento que arrastre polen de las plantas que
nacen de sus semillas y contamine a otras plantas vecinas) porque la Monsanto
reclama el pago, por derechos de patente, de todo nuevo cultivo derivado de sus
semillas originales. En la siguiente cosecha los agricultores no pueden
reproducir esas semillas derivadas de ese cultivo o porque son estériles o
porque deben pagar nuevamente a Monsanto el reusó de tales semillas derivadas,
por derechos de patente, de tal forma que el agricultor está obligado a seguir
comprando a Monsanto, todos los productos agrícolas por siempre. Esto ha sido
causa de suicidios, de miles y miles de agricultores, en el planeta principalmente en los países del
sur global, que ya no pueden seguir costeando su producción con Monsanto y por
haber perdido sus semillas nativas.
Por estas razones pedimos al Estado salvadoreño que diga NO A
MONSANTO, NO AL FOMILENIO II, NO AL TLC CON EEUU Y NO A LOS PAQUETES AGRÍCOLAS
ENVENENADOS y por el contrario defienda la soberanía alimentaria En El Salvador.
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