Científicos en Argentina Cercados por el Sistema

ATAQUE CONTRA LA CIENCIA DIGNA

Silvia Ribeiro
Damián Verzeñassi, es médico y docente de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, Argentina. Además una referencia para muchas comunidades y personas afectadas por los agronegocios y megaproyectos. Coordina en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) la práctica final de la carrera de medicina y junto a su equipo, realiza desde 2010 una experiencia que cambió radicalmente la formación de las y los médicos en esta Facultad, acercándolos a la realidad de las comunidades de esa región y de todo el país. Ese trabajo con las comunidades y los datos que de allí surgieron, se transformó en una radiografía del impacto en la salud que acarrean las siembras de transgénicos y sus agrotóxicos, revelando que enfermedades como cáncer e hipotiroidismo, ocurren de 200 hasta 700 por ciento más frecuentemente en esas zonas.
Por hacer públicos esos resultados, por trabajar junto a los afectados, por presentar evidencias en el Tribunal internacional sobre Monsanto en octubre 2016, el nuevo rector de la UNR, Ricardo Nidd, está persiguiendo a Verzeñassi y su equipo, con despidos arbitrarios, graves acosos y amenazas. Poco después de que Damián presentara testimonio en el Tribunal Monsanto en La Haya, ese rector amigo de latifundistas y transnacionales mandó cerrar con cadenas el local donde estaban los registros probatorios de los datos divulgados, probablemente con la intención de destruirlos. Gracias a la ola de protestas y solidaridad nacional e internacional que se desató inmediatamente, se logró recuperar el material, pero dos miembros del equipo fueron despedidos (Gastón Palacios, secretario de Extensión Universitaria, profesor adjunto de Práctica Final y Giovana Bonisoli, co-responsable de la materia Salud Socioambiental, que garantiza la inclusión de estos temas en la currícula médica). Ahora, autoridades de la UNR crearon una serie de cargos absurdos y amañados contra el propio Damián Verzeñassi, para despedirlo y terminar el trabajo con las comunidades.
La experiencia que Verzeñassi coordina y comenzó en 2010 se llama “Campamentos Sanitarios”. Grupos de 90-150 médicos –a quiénes solo falta la práctica final para completar la carrera– se instalan por una semana en comunidades de menos de 10,000 habitantes, previo acuerdo con los municipios correspondientes, y deben entrevistar y entender las enfermedades y dolencias que sufren en la comunidad. Deben además, aprender a ver, escuchar, interpretar los datos y sus causas y devolver a la comunidad los resultados.
Los resultados de los 27 campamentos sanitarios realizados hasta ahora, con más de 96.800 personas que participaron junto a docentes y estudiantes en localidades de las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y provincia de Buenos Aires, arrojan una realidad de graves impactos de salud, que superan con mucho la media nacional de las mismas enfermedades. Entre las enfermedades que presentan índices más altos aparecen hipotiroidismo, enfermedades respiratorias, malformaciones congénitas, pérdidas de embarazos, distintos tipos de cánceres.
En un artículo del 13/11/16 titulado “Qué quisieron ocultar con una cadena y un candado” Verzeñassi explica “Creemos encontrar una de las varias puntas del ovillo [que explica la alta frecuencia de cáncer, hipotiroidismo y otras enfermedades] en la proximidad de los hogares de estos vecinos con los territorios transformados en áreas de producción de eventos transgénicos dependientes de venenos. Lo dijimos en voz alta, acompañando nuestros dichos con los resultados arrojados por los relevamientos que hemos realizado”. Para ocultar esta relación se desató la represión contra el equipo y el intento de eliminar los materiales que dan base a las afirmaciones.
Damián continúa : “Esas puertas cerradas con cadenas, paradójicamente abrieron las puertas a la discusión acerca de qué ciencia necesitan nuestros pueblos, para qué y con quiénes debe construirse el conocimiento científico, y cuál es el rol que debe cumplir la Universidad Pública en la producción, reproducción y/o transformación de los saberes “válidos” (si es que aplica esa adjetivación). Pretendemos convocarnos a repensar lo pensado, a animarnos a desandar el camino del positivismo mecanicista que hiper-tecnologiza la vida y mercantiliza la naturaleza, para avanzar en los caminos que nos lleven hacia sociedades saludables. Éstas solo podrán ser, si recuperamos la capacidad de respetar la diversidad, de no reproducir las lógicas de dominación desde el poder, y de mantener nuestras Universidades a salvo de los poderes partidarios, gubernamentales y económicos. Lo sucedido en nuestra Facultad, y el rol de la movilización de toda una sociedad que se manifestó en apoyo a “nuestro” trabajo, enseñó que ese es uno de “nuestros” errores. Ese trabajo no es “nuestro” sino de todos nosotros. Ese trabajo le pertenece a las comunidades y los pueblos que nos sostienen.”
La situación en la UNR no es única, también se atacó antes a Andrés Carrasco, cuando mostró los efectos teratógenicos del glifosato y a otros médicos agrupados en la asociación Médicos de Pueblos Fumigados. Suceden hechos similares con la mayoría de los científicos de muchas partes del mundo que han denunciado los impactos en la salud y medioambiente de los transgénicos y agrotóxicos, que han sufrido acoso, persecusiones y en muchos casos haber sido separados de sus cargos universitarios y de investigación.
El caso de Damián Verzeñassi ilustra claramente la necesidad de fortalecer la vigilancia y crítica desde los movimientos, estudiantes, docentes, científicos críticos, organizaciones sociales, a la tecnociencia vendida al capital y las trasnacionales, y a sus crecientes manifestaciones en las universidades públicas.
El caso de la UNR, fue uno de los ejemplos que se presentaron y discutieron en el seminario “Ciencia, tecnología y poder” que el grupo ETC y organizaciones de científicos críticos organizaron en la UNAM, México, el pasado 8 de noviembre, donde se esperaba la participación de Verzeñassi, que no pudo llegar por la represión que sufren. Los días siguientes, en la reunión de la naciente Red de Evaluación Social de Tecnologías en América Latina (Red TECLA), se replanteó el caso y enfatizó la necesidad de establecer una plataforma que permita conocer y analizar críticamente las nuevas tecnologías y sus impactos, que funcione como punto de apoyo para el trabajo de los movimientos y organizaciones al respecto y también de apoyo a los científicos críticos que colaboran con ellos
Para conocer un poco más sobre el trabajo de Damián Verzeñassi, un video de Radio Mundo Real realizado en septiembre 2016. https://www.youtube.com/watch?v=vqFpmG0MKpE
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"LA SOLIDARIDAD SE CONTAGIA"
 CARTA DEL INSTITUTO DE SALUD SOCIOAMBIENTAL DE LA FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS DE LA UNR
Los integrantes del equipo de trabajo del Instituto y la materia Salud Socioambiental y de los Campamentos Sanitarios y Práctica Final de la Carrera de Medicina de la UNR queremos hacer público nuestro profundo agradecimiento a quienes desde los más diversos rincones del planeta nos han hecho llegar su apoyo y solidaridad ante los difíciles momentos que se han vivido en nuestra Facultad en las últimas semanas.
Nos urge poner en conocimiento de la sociedad en su conjunto, que en el día de la fecha, con la presencia del asesor jurídico de la Facultad de Ciencias Médicas, fue posible ingresar en la oficina donde se encontraba el material documental referido a los Campamentos Sanitarios realizados hasta la fecha y trasladar el mismo, previo inventario, a la sede del Instituto de Salud Socioambiental (ubicada dentro de la Institución) para, de esta manera, reiniciar el proceso de trabajo de análisis de los datos y construcción de los informes finales.
Sin dudas las innumerables muestras de solidaridad recibidas de movimientos sociales, vecinos y vecinas, intelectuales, académicos, artistas, periodistas, trabajadores de la educación y de la salud públicas, investigadores, entidades gremiales, legisladores, referentes sociales, así como las acciones de muchos actores que desde sus lugares garantizaron la posibilidad de recuperación de algunos diálogos, permitió que en el día de la fecha el Decano de la Facultad se comprometa además de permitirnos acceder y recuperar la documental reclamada, a garantizar la continuidad de los Campamentos Sanitarios, así como del funcionamiento del Instituto y la materia Salud Socioambiental, y la libertad de trabajo de todos sus miembros.
No fue fácil transitar estos días, pero el apoyo recibido nos ha conmovido profundamente y nos permitió seguir sólidos en los principios y firmes en la convicción para continuar en el fortalecimiento de una Universidad comprometida con las necesidades de su pueblo, al servicio de la construcción de un saber científico y popular, siempre de la mano de estudiantes, docentes, no docentes, graduados y comunidad en general.
Con el objetivo de garantizar los datos de nuestro trabajo, que pertenecen a las comunidades, hemos aceptado la propuesta de contar con la Universidad Andina Simón Bolivar (Ecuador) y el Instituto FIOCRUZ (Brasil), como “Custodios Académicos” de nuestros registros, para lo cual esta semana iniciaremos las acciones institucionales correspondientes.
En función de los procesos transitados nos convocamos a continuar habilitando espacios de diálogo y encuentro para, desde la diversidad, construir entre todos más Universidad Pública, más Salud Pública al servicio de la sociedad.
 Renovando nuestro infinito agradecimiento a quienes nos acompañaron en todo este proceso, reafirmamos hoy mas que nunca “La Solidaridad Se Contagia”.
Basta de persecución a quienes exponen los impactos del agronegocio!
Ante las amenazas al equipo de Salud Socioambiental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario
 Las personas y organizaciones que firmamos esta carta queremos expresar nuestro repudio a las acciones que se han emprendido contra el equipo del Dr. Damián Verzeñassi durante las últimas semanas y exigir que se reviertan todas las medidas tomadas y que se brinde un apoyo absoluto al grupo que ha honrado a la Salud Pública argentina con su siembra , ejemplo y compromiso.
El Instituto y la Materia de Salud Socioambiental y de la Práctica Final de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, sostiene desde hace años un proyecto de consolidación de una Universidad Abierta, Democrática, con Excelencia Académica y por sobre todo al servicio de su Pueblo, dentro del cual los Campamentos Sanitarios se han transformado en una herramienta fundamental. Estos campamentos son tan importantes que han logrado evidenciar los cambios en los perfiles de morbimortalidad de la región, desde hace veinte años sometida a un proceso de envenenamiento constante a partir de la incorporación de los organismos genéticamente modificados resistentes a herbicidas. Por supuesto que lograr evidenciar el impacto de semejante proceso en los ciclos vitales de los vecinos expuestos al agronegocio, no ha sido fácil y ha enfrentado poderosos intereses.
La convicción de este equipo respecto al rol que debe cumplir la Universidad Pública al servicio del Pueblo, libre de presiones del poder político y/o de las corporaciones, permitió sostener estos dispositivos y cumpliendo los principios de la Reforma Universitaria de 1918 siempre se pusieron a disposición de la opinión pública los datos y los resultados de este trabajo en primer lugar al servicio de las comunidades, de los vecinos y vecinas afectadas.
Lamentablemente, esta manera de defender la Universidad Pública, de construir datos epidemiológicos desde y con las comunidades, de difundir los resultados que son propiedad de la gente y de nadie más, ha puesto en crisis muchos intereses y las presiones no esperaron. Hoy desde diferentes ámbitos ligados a estos intereses, desde autoridades provinciales que se incomodan con este trabajo y sugieren que lo ideal para la Facultad es que se acallen los resultados de los Campamentos Sanitarios, a representantes de la agroindustria que desnudan sus verdaderos objetivos, pasando por actores internos con necesidad de protagonismo individual, nos encontramos frente a grupos cuyos intereses convergen intentando acallar a quienes intentan que las víctimas puedan hacer oír sus voces.
El viernes 28 de octubre el equipo se encontró con la puerta de la oficina donde se encuentran guardadas las cajas con las encuestas de los campamentos sanitarios y el resto de los materiales de trabajo cerradas con cadenas y candado, impidiendo el ingreso a su lugar de trabajo. Previamente habían sido cesados en sus cargos de Gestión al Profesor Adjunto de la Práctica Final (quien días antes había salido en los medios difundiendo algunos resultados de los campamentos) y la Co-Responsable de la Materia Salud Socioambiental (desde donde se garantiza la inclusión de estos temas en la currícula médica). Este hecho provocó la renuncia de otros miembros de ese Gabinete que no aceptaron semejante persecución.
Al mismo tiempo tenemos conocimiento de que se han estado manteniendo reuniones ofreciendo a sectores vinculados al gobierno provincial la coordinación de la Práctica Final y con ello de los campamentos sanitarios.
Nos parece grotesco que esta arremetida contra el equipo de Salud Socioambiental se produzca coincidentemente con su participación en el Tribunal Internacional Monsanto, en la ciudad de La Haya -Holanda- que mostró al mundo las consecuencias concretas socioambientales de la imposición de este modelo de agronegocio.
Nos sumamos a las incontables muestras de solidaridad que se han hecho llegar y desde los distintos ámbitos sociales, académicos, sanitarios, ecologistas, educativos, etc que representamos exigimos: 
- El cese de todo tipo de hostilidades o freno a las actividades del Instituto de Salud Socioambiental y de los Campamentos Sanitarios
- La confirmación plena de todas las designaciones como docentes del Instituto de Salud Socioambiental y de los Campamentos Sanitarios. 
- La garantía de la continuidad de todos los trabajos de investigación, educación y territoriales del equipo dando reconocimiento pleno a sus aportes como ya lo han tenido ampliamente a nivel nacional e internacional.
- La garantía del apoyo presupuestario para que todas la tareas emprendidas durante los últimos años tengan continuidad y puedan ser profundizadas y desarrolladas plenamente.
Quienes acompañamos la lucha del Dr. Andrés Carrasco denunciando los impactos de este modelo de muerte nos sentimos orgullosos de que la Facultad de Medicina de la UNR lo reconociera y eligiera el día de natalicio como Día de la Ciencia Digna. Es hora de que la Facultad se ponga a la altura de sus acciones pasadas y honre a quienes ejercen las Ciencia Digna desde sus claustros y al servicio de la salud de nuestro pueblo, que debe ser sin duda su objetivo central.
 Seguimos alertas a los movimientos que se quieran llevar a cabo desde las autoridades de la Facultad, dispuestos a acompañar a todo el equipo de salud socioambiental en sus aportes a una Universidad Democrática al Servicio del Pueblo y no de las corporaciones o los gobiernos.

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