Posición del Programa Semillas de Identidad frente al proyecto de resolución ICA para el control de las semillas nativas y criollas
Bogotá, 23 de enero de 2024
El Programa Semillas de Identidad es un proceso que nace como campaña en el año 2000 en la región caribe para promover la conservación y recuperación de las semillas nativas y criollas de maíces en el Resguardo Zenú de San Andrés de Sotavento, que luego se escala a nivel nacional para promover y fortalecer la iniciativa de territorios libres de transgénicos -TLT, redes y Casas Comunitarias de Semillas - CCS y en el último periodo las escuelas de custodios de semillas.
Las organizaciones y redes que en la actualidad hacen parte del programa
semillas de identidad son: Asociación de Productores Agropecuarios Alternativos
- ASPROAL, Corporación de Desarrollo Solidario – CDS, Red de Productores de Los
Palmitos, Red Semillas Libres de Antioquia, Red de Custodios de Riosucio, Red
de Custodios de Mistrató y Belén de Umbría, Red de custodios de semillas de
Boyacá, Red de Mercados Campesinos Agroecológicos del Valle, Red de custodios
de semillas de Caldono y Guambía, Red de Custodios de Semillas de Puracé, Red
de Guardianes de Semillas de Vida, Red de Shagreros de los Pastos.
Desde sus inicios Semillas de Identidad se traza la meta de valorar las
semillas nativas y criollas y el trabajo que realizan milenariamente los
custodios(as) y guardianes de semillas. Siempre hemos considerado nuestras
semillas como libres de propiedad intelectual, de libre circulación y libres de
transgénicos. Son más de 23 años de esfuerzos continuos en los que se han ido
transformando visiones, que se reflejan en cambios reales de comunidades y la
institucionalidad. Las acciones han abarcado trabajo en: organización,
producción, comunicación, comercialización, investigación, formación e
incidencia. Además, somos partícipes de la creación de la Red de Semillas
Libres de Colombia y nos hemos articulado con otras plataformas organizativas
campesinas, indígenas y afro, con las que se han logrado avances como la
derogatoria de la resolución 970, la inexequibilidad de UPOV91, la modificación
de la ley 1032, la expedición de la resolución 464 de Agricultura Campesina
Familiar y Comunitaria y el reciente fallo de la honorable Corte Constitucional
sobre contaminación transgénica de las semillas. Las apuestas que nos hemos
trazado como redes de semillas se fundamentan en la compresión de que, las
semillas nativas y criollas son declaradas, como un bien común de los pueblos,
siendo objeto de especial protección, al ser un componente esencial para la
vida, por lo cual no aceptamos su privatización.
Luego de un proceso de acercamiento con la institucionalidad de varios años,
en los que nos comprometimos con AGROSAVIA a promover el debate sobre el
Sistema Nacional de Semillas con la participación de las entidades estatales y
las empresas de semillas, se avanzó en: rutas de semillas, visibilización del
papel de las redes y casas comunitarias de semillas y promoción del Sistema
Participativo de Garantía - SPG de Calidad de las semillas nativas y criollas. Lo que hemos solicitado las redes de semillas
al Estado son políticas públicas de promoción, fomento, protección y apoyo a
las semillas nativas y criollas. Siendo un ejercicio de construcción conjunta y
consensuada con la ciudadanía. Sin embargo, nos encontramos con una propuesta
de proyecto de resolución del ICA con la misma visión “policiva” de la
resolución 970 de 2010 y 3168 de 2015, que sopesado con las realidades
territoriales es improcedente y aumentaría las brechas entre estado, comunidad
y mercado, así como la vulneración de derechos ya declarados, sustentada en los
siguientes motivos:
1.
Las
redes de custodios y guardianes de semillas nativas y criollas garantizan que
las semillas estén en manos de los agricultores como opción real para
conservarlas vivas y adaptadas a las cambiantes condiciones ambientales. Nos
hemos organizado en redes porque es una manera de permitir un espacio abierto a
todos aquellos que están interesados en conservar, recuperar, intercambiar y
vender semillas libres. En la resolución al mencionar que las figuras posibles
de la producción de semillas podrán ser personas naturales y jurídicas, genera
exclusión a la diversidad de procesos organizativos y comunitarios que han
producido milenariamente las semillas.
2.
Las
redes de semillas y los custodios y guardianes de semillas han creado espacios
para el intercambio, el almacenamiento y la comercialización de semillas,
denominados Casas Comunitarias de Semillas - CCS, familiares, grupales y
regionales. En estos espacios, además, se hacen los ejercicios de capacitación
para mantener la calidad de las semillas y se llevan los procesos
administrativos y de registros mínimos necesarios sobre las semillas y los
custodios de semillas en el territorio. Esto se constituye en una fortaleza de
la construcción de gobernabilidad y autonomía territorial de las comunidades
sobre las semillas nativas y criollas, en la defensa de sus derechos, que con
esta resolución se atentaría, dando al ICA un papel que no ha cumplido nunca,
de garante de la conservación de las semillas nativas y criollas, pues ha
permitido y promovido con paquetes tecnológicos su pérdida y contaminación
transgénica desde muchos años atrás. En mismo sentido, resaltamos que los
bancos de germoplasma a cargo de AGROSAVIA, no están al servicio comunitario,
en buena medida han estado al servicio de empresas privadas.
3.
Controlar
desde la producción hasta el intercambio y la comercialización de las semillas
nativas y criollas se podría considerar una extralimitación de funciones del
ICA que va en contra de los derechos de las comunidades étnicas y campesinas. Las
comunidades han producido, intercambiado y vendido sus semillas milenariamente,
sin ningún tipo de control del Estado y así debe seguir siendo. Las semillas
nativas y criollas deben seguir siendo libres. Es la forma como se garantiza la
autonomía y libre determinación de los pueblos. Es preciso recalcar, las
solicitudes al Gobierno referente a la promoción, incentivo y fomento de la
agrobiodiversidad como sustento y sostén de la cultura alimentaria.
4.
Las
redes de semillas están promoviendo la producción agroecológica de las semillas
para superar el modelo de revolución verde que promueve el ICA en sus políticas
y resoluciones. El Estado debe favorecer la producción de semillas en sistemas
agroecológicos y tradicionales para mantener una base genética amplia, con una
gran diversidad de semillas adaptadas a las condiciones locales. Por lo tanto,
hablar de controlar la producción, como lo propone el ICA en el proyecto de
resolución, no tiene sentido.
5.
Las
redes de custodios(as) de semillas han definido criterios de calidad para sus
semillas que no obedecen a los mismos que se exigen a las empresas. Las redes
de semillas están creando sus propios sistemas participativos de garantía – SPG
de calidad de semillas. Con los cuales están promoviendo acuerdos y técnicas
para garantizar elementos de calidad.
Este no es considerado un sistema de control, sino una herramienta para
la formación y acompañamiento. La certificación tal como se propone en el
proyecto de resolución con registros de las semillas y los productores no
garantiza su calidad y mantiene una posición policiva frente a los productores.
Extendemos la invitación para seguir conociendo este mecanismo y entendiéndolo
como un elemento valido para garantizar la calidad.
6.
Entre
muchas de las dificultades de las redes de semillas está la relacionada con la
contaminación transgénica de los maíces criollos con transgénicos. La sentencia
247 – 23 de la Corte Constitucional obliga al Estado, en específico al MADR y
al ICA a proteger las semillas nativas y criollas de la contaminación
transgénica; sin embargo, el ICA en el proyecto de resolución le deja esta
carga a la sociedad civil y a los custodios(as) y productores de semillas nativas y criollas.
La propuesta que se ha discutido en las redes de semillas ha sido que el ICA y
las empresas, como responsables de la contaminación deben asumir los costos de mantener
libre de contaminación transgénica nuestras semillas nativas y criollas. La
contaminación la generan las empresas de semillas con autorización del Estado,
por lo tanto, son ellos quienes deben asumir los costos.
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