Retroceden los Agrocombustibles en la Unión Europea
Europa:
Biocombustibles siguen perdiendo energía
Por David Cronin29 de Setiembre de 2008BRUSELAS, (IPS) -
El Parlamento Europeo reclamó que se reduzca la meta adoptada por la UE de que los biocombustibles representen 10 por cientode los carburantes empleados por los vehículos para 2020. Desde que los líderes de los 27 miembros de la UE (Unión Europea) adoptaron ese objetivo el año pasado han enfrentado una ola de protestas disparadas por ambientalistas y activistas por los derechos humanos. Incluso los investigadores científicos y ambientales de la UE han puesto enduda la sabiduría de esa decisión, que apuntaba a contrarrestar el impactoen el recalentamiento global del uso de los combustibles fósiles.En los últimos meses, la disparada en los precios de los alimentos ha sido explicada como una consecuencia del creciente empleo de granos yoleaginosas, entre otros cultivos, para producir biocombustibles. Aunque los gobiernos de los Estados miembro de la UE no han renunciado aún al objetivo adoptado en 2007, el Parlamento Europeo votó el 11 deseptiembre que se debería establecer una meta de cinco por ciento de usode biocombustibles respecto del total de carburantes consumidos dentro delbloque. Un estudio sobre el impacto sobre el bienestar humano y el ambientedebería ser realizado antes de adoptar nuevas metas, según el órganolegislativo de la UE, el único cuerpo político entre las instituciones delbloque que surge del voto de los ciudadanos de los estados miembro. El eurodiputado por Luxemburgo Claude Turmes, un veterano de lascampañas por el uso de energías "limpias", calificó a la decisión del cuerpo como "un claro desacople de la loca carrera hacia la adopción debiocombustibles".El legislador señaló que, en base a la tendencia actual, casi seis por cientodel sector del transporte en la UE se movilizará de todas formas en dosaños empleando biocombustibles, sin que su producción se encuentre sujeta a algún criterio ambiental o social.A su juicio, la votación de los eurodiputados significa que están reclamandola adopción de "políticas responsables" en esta materia antes de continuar avanzando en el uso de esta alternativa.El Parlamento Europeo reconoció los serios problemas asociados con eluso en gran escala de biocombustibles, dijo el portavoz del nogubernamental Amigos de la Tierra, Adrian Bebb. "Se trata de un paso bienvenido en la dirección correcta, pero queda mucho por hacer. Usar comida para alimentar automóviles es una falsa solución a nuestros problemas relacionados con el cambio climático y puede llevar a una irremediable pérdida de vida silvestre, así como a lamiseria a millones de personas en el Sur", afirmó.
Un estudio de Amigos de la Tierra señala que la producción debiocombustibles ha llevado a la deforestación en países de América Latina,como consecuencia de la tala de árboles para ganar tierras para el cultivode vegetales destinados a la elaboración de carburantes "verdes", lo queha afectado a los habitantes y especies en peligro de esas zonas.El informe señaló que ese proceso se produjo en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Uruguay.Frecuentemente, se cultivan vegetales para la producción de biodiesel entierras hasta entonces vírgenes, en las que el uso de fertilizantes y agroquímicos dañan severamente el suelo. Las condiciones de trabajo en esos campos son muchas veces opresivas, e incluyen el uso de mano deobra infantil en algunas instancias, según se informó.El Relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) parael derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, ha señalado que seacumulan evidencias sobre la magnitud de las grandes proporciones deagua y tierra que consume la producción de biocombustibles. A su juicio, no ofrecen una alternativa ambiental válida al uso de petróleo, gas y carbón. Con la excepción de la caña de azúcar en Brasil, se puedencitar pocos ejemplos que hayan reportado beneficios ecológicos, agregó. El secretario general de la no gubernamental Red de Acción e InformaciónAlimentos Primero, Flavio Valente, sugirió que los esfuerzos de la UE parafomentar los biocombustibles están en colisión con las declaraciones delbloque regional acerca de su intención de promover los derechos humanos,incluido el de estar libre del hambre."¿A quién alimenta usted primero, a los camiones o a la gente?", preguntó. El derecho a la alimentación fue consagrado en 1996 por el ConvenioInternacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Se esperaque la Asamblea General de la ONU apruebe este año un protocolo quepermitirá a los individuos iniciar demandas contra los gobiernos que violan esos derechos. Catarina de Albuquerque, una abogada portuguesa que preside un grupode trabajo de la ONU sobre este tema, aseguró que "es esencial que lospaíses que se consideran modelos en materia de derechos humanos, yestoy pensando especialmente en los europeos, ratifiquen ese protocolo"."Ya es tiempo de otorgarle un fuerte apoyo y defender esos derechos conel mismo vigor que se otorga a los civiles y políticos", aseguró.
Nota http://www.elpais.co.cr/TECNOLOGIA/0908829.html
Biocombustibles siguen perdiendo energía
Por David Cronin29 de Setiembre de 2008BRUSELAS, (IPS) -
El Parlamento Europeo reclamó que se reduzca la meta adoptada por la UE de que los biocombustibles representen 10 por cientode los carburantes empleados por los vehículos para 2020. Desde que los líderes de los 27 miembros de la UE (Unión Europea) adoptaron ese objetivo el año pasado han enfrentado una ola de protestas disparadas por ambientalistas y activistas por los derechos humanos. Incluso los investigadores científicos y ambientales de la UE han puesto enduda la sabiduría de esa decisión, que apuntaba a contrarrestar el impactoen el recalentamiento global del uso de los combustibles fósiles.En los últimos meses, la disparada en los precios de los alimentos ha sido explicada como una consecuencia del creciente empleo de granos yoleaginosas, entre otros cultivos, para producir biocombustibles. Aunque los gobiernos de los Estados miembro de la UE no han renunciado aún al objetivo adoptado en 2007, el Parlamento Europeo votó el 11 deseptiembre que se debería establecer una meta de cinco por ciento de usode biocombustibles respecto del total de carburantes consumidos dentro delbloque. Un estudio sobre el impacto sobre el bienestar humano y el ambientedebería ser realizado antes de adoptar nuevas metas, según el órganolegislativo de la UE, el único cuerpo político entre las instituciones delbloque que surge del voto de los ciudadanos de los estados miembro. El eurodiputado por Luxemburgo Claude Turmes, un veterano de lascampañas por el uso de energías "limpias", calificó a la decisión del cuerpo como "un claro desacople de la loca carrera hacia la adopción debiocombustibles".El legislador señaló que, en base a la tendencia actual, casi seis por cientodel sector del transporte en la UE se movilizará de todas formas en dosaños empleando biocombustibles, sin que su producción se encuentre sujeta a algún criterio ambiental o social.A su juicio, la votación de los eurodiputados significa que están reclamandola adopción de "políticas responsables" en esta materia antes de continuar avanzando en el uso de esta alternativa.El Parlamento Europeo reconoció los serios problemas asociados con eluso en gran escala de biocombustibles, dijo el portavoz del nogubernamental Amigos de la Tierra, Adrian Bebb. "Se trata de un paso bienvenido en la dirección correcta, pero queda mucho por hacer. Usar comida para alimentar automóviles es una falsa solución a nuestros problemas relacionados con el cambio climático y puede llevar a una irremediable pérdida de vida silvestre, así como a lamiseria a millones de personas en el Sur", afirmó.
Un estudio de Amigos de la Tierra señala que la producción debiocombustibles ha llevado a la deforestación en países de América Latina,como consecuencia de la tala de árboles para ganar tierras para el cultivode vegetales destinados a la elaboración de carburantes "verdes", lo queha afectado a los habitantes y especies en peligro de esas zonas.El informe señaló que ese proceso se produjo en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Uruguay.Frecuentemente, se cultivan vegetales para la producción de biodiesel entierras hasta entonces vírgenes, en las que el uso de fertilizantes y agroquímicos dañan severamente el suelo. Las condiciones de trabajo en esos campos son muchas veces opresivas, e incluyen el uso de mano deobra infantil en algunas instancias, según se informó.El Relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) parael derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, ha señalado que seacumulan evidencias sobre la magnitud de las grandes proporciones deagua y tierra que consume la producción de biocombustibles. A su juicio, no ofrecen una alternativa ambiental válida al uso de petróleo, gas y carbón. Con la excepción de la caña de azúcar en Brasil, se puedencitar pocos ejemplos que hayan reportado beneficios ecológicos, agregó. El secretario general de la no gubernamental Red de Acción e InformaciónAlimentos Primero, Flavio Valente, sugirió que los esfuerzos de la UE parafomentar los biocombustibles están en colisión con las declaraciones delbloque regional acerca de su intención de promover los derechos humanos,incluido el de estar libre del hambre."¿A quién alimenta usted primero, a los camiones o a la gente?", preguntó. El derecho a la alimentación fue consagrado en 1996 por el ConvenioInternacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Se esperaque la Asamblea General de la ONU apruebe este año un protocolo quepermitirá a los individuos iniciar demandas contra los gobiernos que violan esos derechos. Catarina de Albuquerque, una abogada portuguesa que preside un grupode trabajo de la ONU sobre este tema, aseguró que "es esencial que lospaíses que se consideran modelos en materia de derechos humanos, yestoy pensando especialmente en los europeos, ratifiquen ese protocolo"."Ya es tiempo de otorgarle un fuerte apoyo y defender esos derechos conel mismo vigor que se otorga a los civiles y políticos", aseguró.
Nota http://www.elpais.co.cr/TECNOLOGIA/0908829.html
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