Calidad de las Semillas Nativas y Criollas
Calidad
de las semillas nativas y criollas
Por: Campaña Semillas de Identidad - Colombia
El
discurso de quienes controlan el mercado se basa en la certificación como único
elemento que puede garantizar la calidad de las semillas. Pero lo real es que
los modelos de certificación son controlados por las empresas como una manera
de competir y excluir. Quien está certificado entra al sistema, quien no lo
está tiende a desaparecer como productor.
En
Colombia más del 70% de las semillas que utilizan los agricultores no son
certificadas, lo que se considera preocupante para las instituciones
gubernamentales y las empresas que piensan que esto determina los problemas de
productividad por mala calidad de las semillas, que solo se resolvería si se
presiona mediante decretos, exigencias crediticias y los medios de comunicación
para que los agricultores únicamente utilicen semillas certificadas.
La
pregunta es ¿realmente la certificación significa calidad y qué calidad?
quienes construyen los sistemas de certificación como mecanismo de control del
mercado, en vez de incluir a quienes no tienen las condiciones por ellos
fijadas, los excluyen y sacan del sistema impidiendo acceso a crédito, a
mercados, llevándolos a la informalidad y la ilegalidad.
A
partir de estos cuestionamientos se ha tratado de construir y aclarar criterios de calidad de las semillas
desde los agricultores con enfoque agroecológico. De esta manera desde la Red
Semillas Libres de Colombia y la Campaña Semillas de Identidad se proponen los
siguientes elementos diferenciadores para el manejo de las semillas en las
Casas Comunitarias de Semillas - CCS:
1.
Origen. Las semillas que se manejan en las CCS
son semillas locales nativas y criollas, que tienen una condición especial de
adaptación y calidad. Los agricultores
tienen sistemas de producción y refrescamiento de semillas que se practican
ancestralmente entre las comunidades vecinas, que mejoran las condiciones de
las semillas. De esta manera la semilla tiene la información del ambiente en el
cual es criada (clima, suelo, insectos, etc.). Hay semillas que se han venido
intercambiando de una región a otra con buen comportamiento productivo y se
adaptan las condiciones locales, como en el caso de algunas hortalizas. Por
todo esto, se propone en las redes que una semilla para ser comercializada por
una CCS debe haber sido cultivada por lo menos durante tres años por el
agricultor que la cría. En todo caso en la CCS no se almacenan, intercambian o
venden semillas producidas por empresas de semillas.
2.
Cultura. La semilla es heredada por los
agricultores de generación en generación y lleva consigo conocimientos sobre la
forma de cultivarse (suelos, ciclos, distancias, asocios, rotaciones,
abonamientos, herramientas, etc) y sus usos (alimentos, medicinas,
construcciones, artesanías, etc.). Las semillas hacen parte de la cultura y el
territorio. Las mujeres han sabido seleccionar las mejores semillas para el
alimento de la familia y para el mercado (representado en el trueke o
intercambio y la venta). Este componente está relacionado con la tradición y
prestigio de un agricultor como proveedor de semilla en su comunidad.
3.
Buen comportamiento agronómico y rendimiento. El rendimiento es
una condición inherente a cada tipo de planta. Estas cualidades están en
función del origen, el ambiente y la composición genética de la semilla. Los
sistemas de producción ancestrales biodiversos y multiestratos con rotación
favorecen el comportamiento agronómico y el rendimiento de las semillas nativas
y criollas. No sucede lo mismo con sistemas de monocultivo y con uso de agroquímicos.
Cuando una semilla está “cansada” (ya no produce bien) los agricultores
utilizan las técnicas de refrescamiento. Este término se aplica además a
semillas de papa, donde se prefieren semillas con pocas generaciones de
multiplicación.
4.
Reproducibles. Las semillas
deben ser reproducibles. Una característica importante de las semillas libres
es su capacidad para generar nueva semilla, viable, de las mismas condiciones
de la semilla de origen. Esta condición es la que pretenden romper las empresas
para tener el control sobre el mercado de semillas. Las redes de semillas no
pretenden tener control de ningún mercado, ni competir entre ellas o con las
empresas de semillas, lo que se pretende es garantizar autonomía y soberanía
alimentaria a partir del trabajo de criar y cuidar las semillas.
5.
Buen establecimiento en campo. Característica
relacionada con el porcentaje de germinación, pureza y vigor; en semillas
vegetativas, como papa, se prefieren semillas con elevado número de yemas u
“ojos” que produzcan mayor número de tallos. Se propone que las semillas que
circulan en las CCS garanticen un porcentaje mínimo de germinación de acuerdo a
la variedad.
6.
Adaptación. La capacidad de
adaptación de la semilla a los cambios de clima, suelo y manejo está relacionada
con su origen e información genética. Las semillas nativas y criollas por tener
una base genética amplia presentan mejores condiciones de adaptación a diversas
condiciones ambientales. Esto es lo que garantiza que el agricultor siempre
obtenga cosechas. Esta característica está relacionada con los sistemas de
selección y mejoramiento de las semillas que hacen los agricultores generación
tras generación.
7.
Edad de la semilla. Se considera el
periodo entre su madurez fisiológica o fecha de la cosecha y el tiempo de almacenamiento.
El propósito de la CCS es mantener semilla fresca, recién cosechada, disponible
para los agricultores. Esto garantiza buen porcentaje de germinación y
viabilidad.
8.
Capacidad de almacenamiento. Las semillas
deben poder ser almacenadas por largos periodos de tiempo, de tal manera que se
garantice su reproducción, sin el uso de agroquímicos. Esta cualidad se ha
perdido en las semillas que producen las empresas.
9.
Agroecológicas. Las semillas deben
ser producidas de forma sana, sin agroquímicos, respetando la naturaleza y
teniendo en cuenta los sistemas de producción ancestrales. La agroecología es
el enfoque.
10. No transgénicos. Las CCS no
reproducirán, almacenarán, ni distribuirán semillas transgénicas. Este aspecto
se relaciona con la ausencia de transgenes u organismos genéticamente
modificados –OGM. Se debe hacer seguimiento a
los cultivos de las regiones de producción para tomar las medidas necesarias y
evitar la contaminación transgénica de las semillas nativas y criollas. Esta
condición debe ser garantizada por las instituciones gubernamentales.
11. Sin daños físicos. La semilla debe
estar completa, no estar quebrada o con perforaciones de insectos. La
extracción de semillas se debe hacer con las técnicas adecuadas para garantizar
que no se dañen.
12. Sana. La semilla no
debe estar con hongos o pudriciones. Debe garantizarse además que durante su
fase de producción no se presentaron enfermedades que puedan reproducirse por
semilla. Un buen secado garantiza que la semilla se pueda almacenar y no sufra
daños por hongos. Se pueden aceptar tratamientos con hipoclorito en algunas
semillas.
13. Limpia. La semilla no
debe estar con basura, tierra u otros elementos extraños. Se exceptúan los
casos donde la semilla ha sido almacenada con plantas o ceniza. En las semillas
agroecológicas no se acepta que las semillas hayan sido producidas y/o
almacenadas con agroquímicos.
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