Resultados de la apertura y los TLC no es culpa de pequeños productores agropecuarios
El viernes 6 de mayo, en el Foro Virtual “Cultivando Nuestro Futuro” del periódico La República, el Ministro de Agricultura Rodolfo Zea Hernández afirmó: “Tenemos que ordenar nuestra producción. Tenemos que usar mejor nuestros suelos. Esos monocultivos de los pequeños agricultores han puesto en riesgo la seguridad alimentaria” y, a continuación, señaló: “eso es así porque los productores dejaron de tener, gallinas y cerdos y se concentraron en sembrar, por ejemplo, yuca, perdiendo así su seguridad alimentaria.”
Estas declaraciones generan profunda indignación entre los productores agrícolas del país. La referencia del ministro Zea a que los pequeños productores terminaron sembrando uno o máximo dos cultivos transitorios tiene una explicación. Dignidad Agropecuaria pregunta ¿por qué? esa situación ministro. La respuesta es sencilla: Antes de la apertura económica de 1990, campesinos, indígenas y demás productores, sembraban variados cultivos transitorios y los rotaban semestralmente. En las tierras frías de Boyacá, Cundinamarca, Nariño, Cauca, Antioquia y otros departamentos, se sembraba maíz, trigo, cebada, avena, centeno, fríjol, papa, cebolla, verduras, frutas y pastos para ganadería de leche, pero, las políticas de libre comercio y los TLC, llevaron a que se eliminarán varios cultivos transitorios que son, además, alimentos básicos. Trigo, cebada, avena, casi todo el maíz, buena parte del fríjol -dejaron de ser rentables por las importaciones subsidiadas- lo que obligó a los productores a concentrar la producción en papa, cebolla, verduras, algunas frutas y en ganadería de leche.
En las zonas cálidas cultivaban productos transitorios claves para alimentar los colombianos. Cesar, Córdoba, Tolima, Huila, Valle del Cauca y otras regiones cultivaban arroz, maíz, millo, soya, ajonjolí, sorgo, yuca, ñame, además de algodón. En esas regiones se acabaron casi todos los cultivos transitorios quedó, gracias a la lucha de los productores, arroz y en algunas regiones sobrevive, enfrentando las importaciones, maíz blanco y amarillo, algo de soya y un poquito de sorgo. Se dejo de sembrar, también, lentejas y garbanzos. Y se importa, además, leche y sus derivados, carne de cerdo, pollo y pescado.
Es claro que los cultivos transitorios de casi todos los cereales, leguminosas y oleaginosas se acabaron porque, precisamente ahí, se concentra la importación de alimentos derivada de la apertura económica y los tratados de libre comercio, TLC. La seguridad alimentaria está en riesgo no por culpa de los pequeños productores, como afirma el ministro ZEA sino, por las importaciones de productos agropecuarios y por la pérdida del mercado interno para los agricultores colombianos lo que los llevó, obligados, a sembrar uno o dos cultivos ya que, en los demás, los arrasa, la producción importada subsidiada. Sin embargo, los productores nacionales responden hoy, por el 65% de los alimentos que llegan a la mesa de los colombianos.
Quienes tienen cultivos permanentes o semipermanentes son, por esa misma condición, monocultivadores. Café, caña panelera, palma aceitera, banano, plátano y algunos frutales -que también siembran pequeños productores- no puede llevar, al ministro Zea, a hacerlos responsables de poner en riesgo la seguridad alimentaria nacional.
Si queremos seguridad alimentaria y agro próspero, ministro Zea, debemos acabar o revisar los Tratados de Libre Comercio, TLC, y garantizar condiciones para que sean los productores nacionales pequeños y medianos y los empresarios agrícolas del país los que alimenten a los colombianos.
Comité Ejecutivo Nacional
Dignidad Agropecuaria Colombiana
11 de mayo de 2020
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