Empresa que produce Salmón Transgénico en Panamá es multada
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BOLETÍN 589
EMPRESA RESPONSABLE DE DESARROLLAR EL SALMÓN TRANSGÉNICO FUE MULTADA POR LA AUTORIDAD AMBIENTAL DE PANAMÁ
Funcionarios de Panamá han impuesto una multa cercana a 9.500 dólares a la empresa en AquaBounty Technologies,, una empresa de biotecnología de Estados Unidos, por repetidas violaciones de reglamentación ambiental, en su planta experimental donde trabaja con salmones modificado genéticamente en tanques. La compañía no ha podido conseguir los permisos necesarios, sobre todo en torno a su uso en agua y la contaminación del medio ambiente local, los problemas potencialmente importantes dan la posibilidad de contaminación de los sistemas naturales. Las autoridades expresaron su opinión de que la compañía había "violado en repetidas ocasiones" estas regulaciones, y declaró que estos problemas persistieron en 2013.
AquaBounty tiene una solicitud pendiente con el gobierno de Estados Unidos para vender sus filetes de salmón transgénico en ese país. Si se aprueba, esta salmón sería el primer animal transgénico vendido para el consumo humano en el mundo. y es probable que allanará el camino para otros animales transgénicos. Ya hay 35 animales genéticamente modificados en la lista de espera.
Varias ONG de Estados Unidos han pedido a la oficina de alimentos y fármacos (FDA) que acabe con el proceso de revisión de este salmón genéticamente modificado, y lo rechace. Ellos fundamentan este pedido en el riesgo que este salmón podría escaparse de los tanques de crianza y contaminar a las especies silvestres. Además podrían introducir nuevas enfermedades.
También ha habido una fuerte oposición pública a la introducción del salmón transgénico. En 2012, la FDA recibió cerca de 1,8 millones objeciones, como respuesta a su llamado para que el público comente el estudio de impacto ambiental de la empresas. De igual manera, las 60 principales minoristas de alimentos de los Estados Unidos han expresado su rechazo a vender cualquier marisco transgénico, independientemente de la aprobación de la FDA.
Los miembros del Congreso de Estados Unidos han expresado asimismo su preocupación, y se ha propuesto una legislación para que se exija el etiquetado de los peces modificados genéticamente.
En Panamá, donde se crían los salmones transgénicos antes de ser consumidos en Estados Unidos, la Autoridad Nacional de Medio Ambiente (ANAM) había recibido el año pasado una denuncia de una organización ambiental panameña, el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM), sobre el presunto incumplimiento por parte de AquaBounty de una serie de reglas y normas de seguridad ambiental, que incluía la falta de permisos requeridos por ley relacionados con el uso del agua y la descarga de agua antes de comenzar las operaciones.
La empresa recalcó que esas acusaciones tergiversan los hechos y aseguró que los problemas de los que fue notificada ya fueron resueltos.
"Cuando AquaBounty fue informada de los problemas en nuestras instalaciones de Panamá, inmediatamente nos pusimos en contacto con ANAM, la agencia panameña para el medio ambiente. Iniciamos un programa para remediar las deficiencias y los problemas fueron resueltos formalmente en agosto de 2014 con la publicación de ARACH 071-2014. AquaBounty pagó una multa y el asunto se dio por concluido", explicó la empresa en un comunicado.
Además, la compañía destacó que sus instalaciones son inspeccionadas con frecuencia por varias agencias del Gobierno panameño y, desde la Resolución ARACH 071.2014, sigue funcionando sin sanciones o restricciones.
Por su parte, las organizaciones Food & Water Watch, el Centro para la Seguridad Alimentaria y Amigos de la Tierra han pedido a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos que termine su revisión regulatoria y niegue la solicitud regulatoria pendiente de AquaBounty para vender pescado GM de la compañía en Estados Unidos.
"La FDA siempre ha asegurado al público que está comprobando, controlando y regulando la plataforma de producción de AquaBounty para asegurar que la compañía pueda mitigar los impactos ambientales producidos por el salmón transgénicos si éste se escapa", dijo Wenonah Hauter, directora ejecutiva de Food & Water Watch.
"Ahora sabemos que AquaBounty no está dispuesta o es incapaz de seguir las reglas y regulaciones básicas. Es hora de poner fin a este experimento peligroso", enfatizó.
Desde hace tiempo, a las organizaciones que están en contra del salmón transgénico les preocupa el hecho de que AquaBounty haya elegido “ubicar su planta en un lugar apartado como una forma de evadir el escrutinio regulatorio".
"Los días de AquaBounty de esconderse en las tierras altas de Panamá se han terminado. Esto deja más en claro aún que la FDA debería denegar la aprobación de la solicitud de AquaBounty para el salmón genéticamente modificado", afirmó Dana Perls, encargada de Alimentos y Tecnología en Amigos de la Tierra.
"Una vez que estos peces escapan, es imposible recuperarlos, y puede ser extremadamente difícil contener los impactos ambientales negativos que estos peces pueden causar", subrayó.
Dana Perls añade que la revisión regulatoria actual de la FDA para la solicitud del salmón transgénico se basa únicamente en las operaciones de AquaBounty en Panamá.
"La FDA sigue adelante con el proceso de revisión, sobre la base de la premisa de que esta instalación cumplirá la normativa, sin embargo, ahora estamos viendo que no es", dice ella. "Es cada vez más claro que no hay una regulación adecuada.
En la Unión Europea hay también preocupaciones por el tema, pues ellos saben que los alimentos transgénicos no están etiquetados en los EE.UU. y que desde ese país se podría exportar a Europa salmones transgénicos no etiquetados. Esta es una de las preocupaciones de Eve Mitchell, quien asesora en política alimentaria a Food & Water Europa. Ella añade que AquaBounty no tiene permiso legal para hacer lo que está haciendo. No queremos que el salmón transgénico entre a la UE, así que es hora de que la FDA rechace la solicitud de la empresa. Según una encuesta realizada en el 2013 en los medios de comunicación, un 93 % de las personas en los EE.UU. apoyan el etiquetado de los alimentos
Ante estas nuevas acusaciones, la empresa recalcó que ninguno de los temas mencionados en la Resolución cuestionaba la contención o la salud de los peces, ni la seguridad ambiental de las instalaciones. Y reiteró que continúan trabajando en estrecha colaboración con todos los organismos reguladores para asegurar el cumplimiento de todos sus requisitos.
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