DIEZ MANDAMIENTOS PARA SALVAR AL PLANETA A LA HUMANIDAD Y A LA VIDA
En el marco de la Jornada Continental de Solidaridad con Bolivia y con Evo Morales, que se realizó 9 de octubre en la ciudad de Guatemala, como actividad conexa al III Foro Social Américas, el presidente boliviano hizo llegar el siguiente mensaje a los movimientos sociales presentes en el acto. (Queremos compartir con los lectores los diez mandamientos que nos propone).
"Y dentro ese marco, quiero compartir y proponer para un debate unos 10 mandamientos para salvar al planeta, a la humanidad y la vida, no solamente a este nivel sino también para debatir con nuestras comunidades, con nuestras organizaciones.
Primero, si queremos salvar al planeta tierra para salvar la vida y a la humanidad, estamos en la obligación de acabar con el sistema capitalista. Los graves efectos del cambio climático, de las crisis energéticas, alimentarias y financieras, no son producto de los seres humanos en general, sino es del sistema capitalista vigente, inhumano con su desarrollo industrial ilimitado.
Segundo: renunciar a la guerra, porque de las guerras no ganan los pueblos, solo ganan los imperios, no ganan las naciones, sino las transnacionales. Las guerras benefician a pequeñas familias y no a los pueblos. Los trillones de millones que se destinan a la guerra deben ser destinados para reparar y curar a la madre tierra que esta herida por el cambio climático.
Tercera propuesta para el debate: un mundo sin imperialismo ni colonialismo, donde las relacionas deben estar orientadas en el marco de la complementariedad, y tomar en cuenta las profundas asimetrías que existe de familia a familia, de país a país, y de continente a continente.
El cuarto punto esta orientado al tema del agua, que debe ser garantizada como derecho humano y evitar su privatización en pocas manos, ya que el agua es vida.
Como un quinto punto, quiero decirles que debemos buscar cómo acabar con el derroche de energía. En 100 años estamos acabando con la energía fósil creada durante millones de años. Como algunos presidentes reservan tierras para automóviles de lujo y no para el ser humano, debemos implementar políticas para frenar los agrocombustibles y de esta manera evitar hambre y miseria para nuestros pueblos.
Como sexto punto: respecto a la Madre Tierra. El sistema capitalista trae a la Madre Tierra como una materia prima, pero la tierra no puede ser entendida como una mercancía, ¿quién podría privatizar o alquilar, fletar a su madre? Propongo que organicemos un movimiento internacional en defensa de la Madre Naturaleza, para recuperar la salud de la Madre Tierra y restablecer la vida armónica y responsable con ella.
Un tema central como séptimo punto para el debate, es que los servicios básicos, sea agua, luz, educación, salud, deben ser tomados en cuenta como un derecho humano.
Como octavo punto, consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumimos localmente, acabar con el consumismo, el derroche y el lujo. Debemos priorizar la producción local para el consumo local, estimulando el auto sostenimiento y la soberanía de las comunidades dentro de los límites que la salud y los recursos menguados del planeta permitan.
Como penúltimo punto, promover la diversidad de culturas y economías. Vivir en unidad respetando nuestras diferencias, no solamente fisonómicas, también económicas, economías manejadas por las comunidades y las asociaciones.
Hermanas y hermanos, como décimo punto, planteamos el Vivir Bien, no vivir mejor a costa del otro, un Vivir Bien basado en la vivencia de nuestros pueblos, las riquezas de nuestras comunidades, tierras fértiles, agua y aire limpios. Se habla mucho del socialismo, pero hay que mejorar ese socialismo del siglo XXI, construyendo un socialismo comunitario o sencillamente el Vivir Bien, en armonía con la Madre Tierra, respetando las formas de vivencia de la comunidad."
Primero, si queremos salvar al planeta tierra para salvar la vida y a la humanidad, estamos en la obligación de acabar con el sistema capitalista. Los graves efectos del cambio climático, de las crisis energéticas, alimentarias y financieras, no son producto de los seres humanos en general, sino es del sistema capitalista vigente, inhumano con su desarrollo industrial ilimitado.
Segundo: renunciar a la guerra, porque de las guerras no ganan los pueblos, solo ganan los imperios, no ganan las naciones, sino las transnacionales. Las guerras benefician a pequeñas familias y no a los pueblos. Los trillones de millones que se destinan a la guerra deben ser destinados para reparar y curar a la madre tierra que esta herida por el cambio climático.
Tercera propuesta para el debate: un mundo sin imperialismo ni colonialismo, donde las relacionas deben estar orientadas en el marco de la complementariedad, y tomar en cuenta las profundas asimetrías que existe de familia a familia, de país a país, y de continente a continente.
El cuarto punto esta orientado al tema del agua, que debe ser garantizada como derecho humano y evitar su privatización en pocas manos, ya que el agua es vida.
Como un quinto punto, quiero decirles que debemos buscar cómo acabar con el derroche de energía. En 100 años estamos acabando con la energía fósil creada durante millones de años. Como algunos presidentes reservan tierras para automóviles de lujo y no para el ser humano, debemos implementar políticas para frenar los agrocombustibles y de esta manera evitar hambre y miseria para nuestros pueblos.
Como sexto punto: respecto a la Madre Tierra. El sistema capitalista trae a la Madre Tierra como una materia prima, pero la tierra no puede ser entendida como una mercancía, ¿quién podría privatizar o alquilar, fletar a su madre? Propongo que organicemos un movimiento internacional en defensa de la Madre Naturaleza, para recuperar la salud de la Madre Tierra y restablecer la vida armónica y responsable con ella.
Un tema central como séptimo punto para el debate, es que los servicios básicos, sea agua, luz, educación, salud, deben ser tomados en cuenta como un derecho humano.
Como octavo punto, consumir lo necesario, priorizar lo que producimos y consumimos localmente, acabar con el consumismo, el derroche y el lujo. Debemos priorizar la producción local para el consumo local, estimulando el auto sostenimiento y la soberanía de las comunidades dentro de los límites que la salud y los recursos menguados del planeta permitan.
Como penúltimo punto, promover la diversidad de culturas y economías. Vivir en unidad respetando nuestras diferencias, no solamente fisonómicas, también económicas, economías manejadas por las comunidades y las asociaciones.
Hermanas y hermanos, como décimo punto, planteamos el Vivir Bien, no vivir mejor a costa del otro, un Vivir Bien basado en la vivencia de nuestros pueblos, las riquezas de nuestras comunidades, tierras fértiles, agua y aire limpios. Se habla mucho del socialismo, pero hay que mejorar ese socialismo del siglo XXI, construyendo un socialismo comunitario o sencillamente el Vivir Bien, en armonía con la Madre Tierra, respetando las formas de vivencia de la comunidad."
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