LO QUE SE LOGRA EN OCHO LECCIONES DE AGROECOLOGÍA Y AGRICULTURA BIOINTENSIVA.



Poema escrito por: Fabián Pacheco R.

Se logra entender que lo más importante es cultivar el suelo y que este se cultiva con inmenso amor de abono natural. Se logra comprender que en el suelo habitan microscópicos secretos de vida y que al alimentarlos se cultiva la fertilidad de tierra agradecida.

Se logra cerrar el ciclo del carbono, cultivando plantas para transformarlas en humus, ácidos fúlvicos y huminas.

También germina la profunda autonomía, produciendo nuestras propias semillas. Sagradas semillas liberadas patentes y transgénicas insignias. En esta verde aula se aprende a valorar las cósmicas semillas heredadas por abuelas indias y ancestrales culturas campesinas…

Se logran sistemas autogestionarios productivos. Biotecnológicos fermentos con boñiga, ceniza, melaza, harinas de piedra y generosos fermentos de kéfir… así pues, él agricultor se transforma en gestor de sus propias tecnologías y no en maquila de agroindustria corporativa.
Se logra curar la tierra de sus terribles heridas. Diversificando al máximo la producción sencillamente se evitan plaguicidas. Venenos letales que desterramos de nuestros platos de comida cuando entendemos que cada huerto es un diverso ecosistema en equilibrio con toda forma de vida.
Se logra detener las erosivas prácticas agrícolas, porque trazar curvas de nivel para armonizar tierra, piedras, plantas y semillas es un ejercicio placentero que permite arrullar al fértil suelo que tanta bendición trae a nuestras vidas.

Se logra cultivar nuestra propia comida: sana y sin plaguicidas, remineralizada por la alquimia de muchas piedras molidas…
Se logra soberanía alimentaria y así nos preparamos ante las apocalípticas caídas. Ni la crisis petrolera, ni el colapso del sistema alimentario transnacional atentarán en la comida. Porque nuestros huertos no dependen de falsas energías ni mucho menos de decadentes economías. Futura sociedad post petrolera es la humanidad que fructificará en campos inmensos de agroecología…
Finalmente se logra: producir alimentos en fotosintética huerta de vida, lugar de paz donde monocultivos no tienen cabida. Porque más que agrícolas mercancías producimos abundante comida. Porque finalmente entendemos que la agroecología más que una buena práctica es una forma de vida.

¡QUE PERMANEZCA LA TIERRA!

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