Semillas para la supervivencia
Fuente: http://estoesinsostenible.wordpress.com/2012/03/02/redes-de-semillas/
Vivir en la ciudad nos aleja de los ciclos de la naturaleza, de sus ritmos. El asfalto nos aísla de la tierra y nos desconecta de infinitud de procesos que ocurren en su seno. Como la germinación de las semillas, inmensamente variadas como las plantas a las que darán lugar.
No creo que me aleje mucho de la realidad si digo que hoy la mayoría de las personas que viven en países desarrollados no dan valor a las semillas, que apenas son conscientes del enorme poder que encierran en su interior. Y sin embargo, nuestra alimentación depende mayoritariamente de ellas. Acostumbrados a escoger los alimentos que más o menos deseamos entre el amplio surtido dispuesto para nosotros en las estanterías de los supermercados, dejamos de percibir y olvidamos los procesos que preceden a esa oferta de productos y su origen. No somos conscientes de la fragilidad sobre la que se sostiene esa aparente facilidad.
Según el Convenio sobre la Diversidad Biológica, se estima que existen unas 400.000 especies de plantas vasculares vivas. Vandana Shiva, en su libro Cosecha robada, menciona que unas 10.000 a 50.000 plantas serían comestibles. Según esta misma fuente, se han llegado a cultivar para alimentación unas 7.000 especies, pero según datos del Convenio de Diversidad Biológica, sólo quince variedades de cultivos y ocho de animales aportan el 90% de las calorías de nuestra alimentación. Más aún, sólo arroz, maíz, trigo y soja aportan la mayoría de calorías.
De los monocultivos a la pérdida de biodiversidad
Con la industrialización de la agricultura, se ha tendido hacia el monocultivo debido a que la siembra de una única variedad de planta permite la uniformidad en los sistemas de producción y su mecanización. Pero, esta mayor facilidad de producción de alimentos ha tenido como contrapartida la pérdida de biodiversidad en los campos, que se ha amplificado como cosecuencia de la globalización de los modos de producción y del tipo de cultivos. Esta pérdida de diversidad no supone únicamente la desaparición de especies vegetales de nuestros campos de cultivo (e incluso de la Tierra) sino también de las variedades locales de las especies más cultivadas en ellos.
De esta manera, se está produciendo una erosión genética en la base de nuestra alimentación en todo el mundo y a un ritmo acelerado. Esto nos está llevando a que el abastecimiento mundial de alimentos dependa, cada vez más, de un número más reducido de plantas, con el consiguiente aumento del riesgo de sufrir hambre por pérdida de cosechas. Hemos logrado obtener una mayor producción de alimentos pero a costa de un mayor riesgo en el futuro.
Del mismo modo que todavía no se sabe cuántas especies vegetales hay, tampoco se conoce con certeza el alcance de la pérdida de especies ni de variedades locales. Según la FAO, se estima que tres cuartas partes de la biodiversidad genética de los cultivos se ha perdido a lo largo del pasado siglo y que este proceso de pérdida continúa. Más datos: se calcula que en EEUU se ha perdido el 90% de las variedades de fruta y verduras; en este mismo país, de 7.000 variedades cultivadas de manzanas, se ha pasado a cultivar menos de un centenar; en China, 10 mil variedades de trigo pasaron a 1.000 en los años 70; en México, hoy se cultiva el 20% de la diversidad maicera; sólo cinco variedades de arroz proporcionan el 95% de las cosechas de este cereal en los principales países productores.
Puede parecer un problema trivial pero no lo es. Todas esas plantas que han desaparecido poseían características únicas que podrían ser la solución ante cualquier cambio ambiental que se produzca. Si el cambio climático o las plagas dañasen las pocas especies vegetales de las que depende nuestra alimentación, alguna de esas especies o variedades locales que ahora no valoramos pueden ser la llave para que no dejemos de tener comida en nuestra despensa. Por otra parte quizás pensemos que lo mismo que perdemos esa diversidad podemos recuperarla; no deberíamos olvidar que todas las especies que cultivamos son fruto de miles de años de evolución y de selección.
Intercambiando semillas para la supervivencia
Frente a esta pérdida de diversidad, se han puesto en marcha iniciativas que están tratando de recuperar la diversidad genética de las plantas que cultivamos.
Entre esas iniciativas destacaría, junto con los bancos de semillas (de los que hablaré en otro artículo), las Redes de intercambio de semillas.
Las redes de intercambio de semillas están formadas por personas interesadas en la conservación de la variedad local de semillas, e incluyen a agricultores tradicionales y ecológicos, científicos, técnicos y aficionados, que intercambian semillas y conocimientos. La defensa de las variedades locales, con frecuencia, se lleva a cabo dentro de un marco general de defensa de la soberanía alimentaria, atendiendo primordialmente a dos aspectos: evitar la pérdida de biodiversidad y la privatización de las semillas por parte de multinacionales (que se va estableciendo poco a poco apoyada por leyes que avanzan en esta dirección). Desde estas asociaciones, se defiende la descentralización del control de las semillas, para lo cual recurren tanto al intercambio libre de semillas como de conocimientos, además de a la presión política.
Estas iniciativas me parecen especialmente interesantes por, al menos, tres motivos:
A diferencia de los bancos de semillas, pretenden recuperar la diversidad in situ, cultivando las plantas locales y no limitándose únicamente a guardar las semillas.
Se valoran los conocimientos científicos pero también los acumulados por los campesinos, que han sido quienes han mantenido esa biodiversidad a lo largo del tiempo.
Suponen una manera diferente de generar cultura en la que no hay patentes sobre las variedades de plantas que se intercambian libremente.
Espero que este artículo sirva de inspiración para todas las personas que tengan alguna posibilidad de sembrar semillas, incluso en una jardinera en el balcón, para que busquen a otras personas que les puedean facilitar semillas locales y contribuyan a multiplicar la diversidad, biológica y cultural.
Más info:
Red de Semillas Resembrando e Intercambiando Red de semillas española. Es una organización social descentralizada, de carácter técnico y político, cuyo objetivo principal es la conservación de la biodiversidad agrícola local, estatal e internacional y su uso por parte de los agricultores. Está constituida por personas y grupos de personas de diversa índole, que incluyen agricultores, asociaciones agrícolas, técnicos agrícolas, investigadores, técnicos de desarrollo rural, consumidores, etc. Los integrantes de la Red de Semillas (RdS) forman parte de redes locales de semillas y grupos vinculados distribuidos por todo el estado español, y que realizan actividades de recuperación, conservación, mejora y utilización de las variedades tradicionales y locales.
Seeds for Survival Proyecto iniciado en Etiopía por el fitogenetista Melaku Worede junto a una ONG canadiense, y para quien la conservación de la diversidad de cultivos pasa no sólo por la creación de bancos de semillas sino sobre todo por la conservación sobre el terreno, preservando también los conocimientos de los agricultores.
Red de semillas Red de semillas de Ecuador.
Vía Campesina Movimiento campesino internacional a favor de la soberanía alimentaria de los pueblos.
Biodiversidad en América Latina Página web de la ONG Acción por la Diversidad cuyo objetivo es la promoción de la biodiversidad natural y agrícola en Argentina y América latina. Esta página web sirve como centro de difusión de información y de manejo de documentación; es también un lugar de intercambio de información para las organizaciones latinoamericas que trabajan en defensa de la biodiversidad, entendida como parte de la cultura y del sustento de los pueblos.
Grain Organización internacional que trabaja apoyando a campesinos y a movimientos sociales en sus luchas por lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente.
Seed sovereignity Página web de la campaña Sembrando futuro, recolectando diversidad en contra de la privatización de las semillas y de las patentes de la industria sobre éstas en Europa. Sostenida por varias redes de semillas de diferentes países comunitarios. En varios idiomas, incluido el español.
Vivir en la ciudad nos aleja de los ciclos de la naturaleza, de sus ritmos. El asfalto nos aísla de la tierra y nos desconecta de infinitud de procesos que ocurren en su seno. Como la germinación de las semillas, inmensamente variadas como las plantas a las que darán lugar.
No creo que me aleje mucho de la realidad si digo que hoy la mayoría de las personas que viven en países desarrollados no dan valor a las semillas, que apenas son conscientes del enorme poder que encierran en su interior. Y sin embargo, nuestra alimentación depende mayoritariamente de ellas. Acostumbrados a escoger los alimentos que más o menos deseamos entre el amplio surtido dispuesto para nosotros en las estanterías de los supermercados, dejamos de percibir y olvidamos los procesos que preceden a esa oferta de productos y su origen. No somos conscientes de la fragilidad sobre la que se sostiene esa aparente facilidad.
Según el Convenio sobre la Diversidad Biológica, se estima que existen unas 400.000 especies de plantas vasculares vivas. Vandana Shiva, en su libro Cosecha robada, menciona que unas 10.000 a 50.000 plantas serían comestibles. Según esta misma fuente, se han llegado a cultivar para alimentación unas 7.000 especies, pero según datos del Convenio de Diversidad Biológica, sólo quince variedades de cultivos y ocho de animales aportan el 90% de las calorías de nuestra alimentación. Más aún, sólo arroz, maíz, trigo y soja aportan la mayoría de calorías.
De los monocultivos a la pérdida de biodiversidad
Con la industrialización de la agricultura, se ha tendido hacia el monocultivo debido a que la siembra de una única variedad de planta permite la uniformidad en los sistemas de producción y su mecanización. Pero, esta mayor facilidad de producción de alimentos ha tenido como contrapartida la pérdida de biodiversidad en los campos, que se ha amplificado como cosecuencia de la globalización de los modos de producción y del tipo de cultivos. Esta pérdida de diversidad no supone únicamente la desaparición de especies vegetales de nuestros campos de cultivo (e incluso de la Tierra) sino también de las variedades locales de las especies más cultivadas en ellos.
De esta manera, se está produciendo una erosión genética en la base de nuestra alimentación en todo el mundo y a un ritmo acelerado. Esto nos está llevando a que el abastecimiento mundial de alimentos dependa, cada vez más, de un número más reducido de plantas, con el consiguiente aumento del riesgo de sufrir hambre por pérdida de cosechas. Hemos logrado obtener una mayor producción de alimentos pero a costa de un mayor riesgo en el futuro.
Del mismo modo que todavía no se sabe cuántas especies vegetales hay, tampoco se conoce con certeza el alcance de la pérdida de especies ni de variedades locales. Según la FAO, se estima que tres cuartas partes de la biodiversidad genética de los cultivos se ha perdido a lo largo del pasado siglo y que este proceso de pérdida continúa. Más datos: se calcula que en EEUU se ha perdido el 90% de las variedades de fruta y verduras; en este mismo país, de 7.000 variedades cultivadas de manzanas, se ha pasado a cultivar menos de un centenar; en China, 10 mil variedades de trigo pasaron a 1.000 en los años 70; en México, hoy se cultiva el 20% de la diversidad maicera; sólo cinco variedades de arroz proporcionan el 95% de las cosechas de este cereal en los principales países productores.
Puede parecer un problema trivial pero no lo es. Todas esas plantas que han desaparecido poseían características únicas que podrían ser la solución ante cualquier cambio ambiental que se produzca. Si el cambio climático o las plagas dañasen las pocas especies vegetales de las que depende nuestra alimentación, alguna de esas especies o variedades locales que ahora no valoramos pueden ser la llave para que no dejemos de tener comida en nuestra despensa. Por otra parte quizás pensemos que lo mismo que perdemos esa diversidad podemos recuperarla; no deberíamos olvidar que todas las especies que cultivamos son fruto de miles de años de evolución y de selección.
Intercambiando semillas para la supervivencia
Frente a esta pérdida de diversidad, se han puesto en marcha iniciativas que están tratando de recuperar la diversidad genética de las plantas que cultivamos.
Entre esas iniciativas destacaría, junto con los bancos de semillas (de los que hablaré en otro artículo), las Redes de intercambio de semillas.
Las redes de intercambio de semillas están formadas por personas interesadas en la conservación de la variedad local de semillas, e incluyen a agricultores tradicionales y ecológicos, científicos, técnicos y aficionados, que intercambian semillas y conocimientos. La defensa de las variedades locales, con frecuencia, se lleva a cabo dentro de un marco general de defensa de la soberanía alimentaria, atendiendo primordialmente a dos aspectos: evitar la pérdida de biodiversidad y la privatización de las semillas por parte de multinacionales (que se va estableciendo poco a poco apoyada por leyes que avanzan en esta dirección). Desde estas asociaciones, se defiende la descentralización del control de las semillas, para lo cual recurren tanto al intercambio libre de semillas como de conocimientos, además de a la presión política.
Estas iniciativas me parecen especialmente interesantes por, al menos, tres motivos:
A diferencia de los bancos de semillas, pretenden recuperar la diversidad in situ, cultivando las plantas locales y no limitándose únicamente a guardar las semillas.
Se valoran los conocimientos científicos pero también los acumulados por los campesinos, que han sido quienes han mantenido esa biodiversidad a lo largo del tiempo.
Suponen una manera diferente de generar cultura en la que no hay patentes sobre las variedades de plantas que se intercambian libremente.
Espero que este artículo sirva de inspiración para todas las personas que tengan alguna posibilidad de sembrar semillas, incluso en una jardinera en el balcón, para que busquen a otras personas que les puedean facilitar semillas locales y contribuyan a multiplicar la diversidad, biológica y cultural.
Más info:
Red de Semillas Resembrando e Intercambiando Red de semillas española. Es una organización social descentralizada, de carácter técnico y político, cuyo objetivo principal es la conservación de la biodiversidad agrícola local, estatal e internacional y su uso por parte de los agricultores. Está constituida por personas y grupos de personas de diversa índole, que incluyen agricultores, asociaciones agrícolas, técnicos agrícolas, investigadores, técnicos de desarrollo rural, consumidores, etc. Los integrantes de la Red de Semillas (RdS) forman parte de redes locales de semillas y grupos vinculados distribuidos por todo el estado español, y que realizan actividades de recuperación, conservación, mejora y utilización de las variedades tradicionales y locales.
Seeds for Survival Proyecto iniciado en Etiopía por el fitogenetista Melaku Worede junto a una ONG canadiense, y para quien la conservación de la diversidad de cultivos pasa no sólo por la creación de bancos de semillas sino sobre todo por la conservación sobre el terreno, preservando también los conocimientos de los agricultores.
Red de semillas Red de semillas de Ecuador.
Vía Campesina Movimiento campesino internacional a favor de la soberanía alimentaria de los pueblos.
Biodiversidad en América Latina Página web de la ONG Acción por la Diversidad cuyo objetivo es la promoción de la biodiversidad natural y agrícola en Argentina y América latina. Esta página web sirve como centro de difusión de información y de manejo de documentación; es también un lugar de intercambio de información para las organizaciones latinoamericas que trabajan en defensa de la biodiversidad, entendida como parte de la cultura y del sustento de los pueblos.
Grain Organización internacional que trabaja apoyando a campesinos y a movimientos sociales en sus luchas por lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente.
Seed sovereignity Página web de la campaña Sembrando futuro, recolectando diversidad en contra de la privatización de las semillas y de las patentes de la industria sobre éstas en Europa. Sostenida por varias redes de semillas de diferentes países comunitarios. En varios idiomas, incluido el español.
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